UNA NAVIDAD DIFERENTE
OPINIÓN, Diciembre 2020El árbol de Devota&Lomba
La Menina gigante de Sardá
Este extraño 2020 toca a su fin con una Navidad que seguramente recordaremos como la más atípica que hemos vivido. La pandemia que no cesa nos ha desconcertado, ha incidido en nuestros modos de vida y nos ha marcado con cierta actitud de desconfianza hacia un futuro amenazado por un virus imprevisible, unos gobernantes imprevisibles también, y a preguntarnos cómo celebraremos estas fiestas sin las reuniones familiares más esperadas y que movilizan el mayor caudal de afectos de todo el año. Las incógnitas son muchas y variadas ¿Habrá cabalgata de Reyes? ¿Cuántos podremos sentarnos por fin a la mesa? ¿Que significa allegados? Y muchas más.
Todas estas inquietudes y dudas se disiparán seguro ante el clima emocional y alegre que envuelve a las fiestas. Serán unas navidades diferentes pero el gran acontecimiento que celebramos sigue invariable: el nacimiento de Jesús que es núcleo de la Navidad, la esperanza que perdura ante enfermedades, tragedias y renuncias imposibles de evitar. El éxito de las próximas navidades dependerá por tanto de la actitud con que afrontemos esta experiencia que conserva impertérrito y maravillosa la celebración de un acontecimiento ocurrido hace 2.000 años y que sigue vigente todos los años sin perder su vigor y la trascendencia de su mensaje.
Resulta muy esperanzador ver que desde distintos estamentos, y a veces con un enorme esfuerzo, se quieren continuar con todas las tradiciones posibles y la gente se implica en las celebraciones que no quieren apartar de su vidas, los belenes, las luces que adornarán las ciudades, la visita de los Reyes Magos, las reuniones familiares… todo se intentará vivir hasta los límites posibles: los belenistas han continuado trabajando en sus obras de arte al detalle. En algunas poblaciones han organizado videoconferencias con los Reyes Magos porque sospechan, y con razón, que sus Majestades son un grupo de riesgo por su edad avanzadísima y las cabalgatas serían peligrosas. Los artistas y diseñadores han trabajado para ofrecernos las luminarias más espectaculares.
Seria imposible informar de todos los actos festivos que se preparan en las poblaciones pero daremos una pasada general de lo que ocurrirá en Madrid como punto de referencia de una punta a otra de España. Destacan en un lugar de honor una de las tradiciones más entrañables y piadosas que iniciara ya en 1222 San Francisco de Asís en la italiana gruta de Grecio para reproducir el misterio de Cristo: el belén.
La gran bola de la Gran Vía
Detalle del Belén de Cibeles
Bandera en el Paseo Del Prado
UNA NAVIDAD DIFERENTE
En Madrid se han reunido 30 belenes de gran altura artística, a los que se sumarán los de otras asociaciones, iglesias y conventos y los que se montarán en tantos hogares. El Ayuntamiento madrileño nos tiene ya preparados sus dos belenes “estrella”. Uno, con figuras del maestro belenista José Luis Mayo en el Palacio de Cibeles con un nuevo emplazamiento dentro del “Centro Centro” y con una disposición circular para realzar el protagonismo de las escenas clásicas de la Navidad. El otro es el de la Plaza de la Villa que había ya recuperado este espacio el año pasado diseñado por Enrique Haro que recrea el estilo hebreo con escenas inspiradas en los parques naturales nacionales.
Las iluminaciones de las calles son una de las señales navideñas más tempranas. La Navidad nos habla de luz y su origen está en el recuerdo de la frase de Jesús: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina a oscuras , sino que tendrá la luz de la vida”. El alumbrado de las calles de Madrid para este año consta de 10´8 millones de luces LED. Hay ya iluminaciones en 210 calles. Destaca la bola luminosa del video situada en el cruce de la Calle de Alcalá y Gran Vía que ha estrenado un nuevo espectáculo visual.
La moda ha rendido también su tributo a la Navidad. Desde el año 2006 los diseñadores de ACME – Asociación de Creadores de la Moda de España- han contribuido con su arte y su imaginación a iluminar las calles. Este año lo han hecho Sardá, Duyos y Modesto Lomba. Sardá ha vestido una imponente Menina de 10 metros de altura que se encuentra en la Plaza de Colón, iluminada y revestida con diamantes de plata, lentejuelas y bolas plateadas: “Deseamos iluminar estas navidades -ha declarado Nuria Sardá- con una Menina brillante que nos aporte ilusión y esperanza”.
Las luces de Duyos en la calle Goya
Duyos ha diseñado para la calle Goya unas guirnaldas inspiradas en la joyería clásica y las piedras preciosas. “Este año más que nunca -dice el diseñador- mis luces quieren transmitir un mensaje lleno de energía, magia y optimismo”. Modesto Lomba, presidente de la ACME, es el autor del emblemático gran árbol de la Puerta del Sol. “Con este árbol -comenta- buscamos el recuerdo de una Navidad clásica en el que el verde es el color dominante para que nos transmita en la imaginación a los arboles de nuestra infancia”.
Y por último ¡la gran sorpresa! Una bandera de España que recorre distintos tramos de algunas calles y avenidas principales, destacando la que mide 760 metros y que va de Neptuno a Colón. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha declarado: “La bandera de España está puesta con animo de unirnos. Mejorar los símbolos que son comunes para mejorar como sociedad”.
Se ha dicho y repetido mucho que esta época tan difícil con la amenaza del Covid-19 no dejaría indiferente a nadie, que servirá para cambiar muchas cosas y remover muchos corazones. Sería estupendo que esta “Navidad diferente” fuera el punto de partida para la unión, la paz y el optimismo y siguiéramos esta idea que dejó escrita Carlos Dickens producto de su experiencia personal: “Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”.