CAROLINA HERRERA: SEGURIDAD EN LA BELLEZA

Carolina Herrera es sinónimo de estilo y belleza. Aunque ciertamente la crisis económica que sufre el planeta se nota en todos los estamentos, esta global recesión no parece afectar a la diseñadora venezolana en sus sueños por dotar a la mujer de seguridad, elegancia y atractivo, notas muy necesarias en los tiempos que corren.

En este ambiente, Carolina Herrera presentó en Nueva York una colección ligera y muy femenina con volantes en forma de flores aplicados de un modo asimétrico acentuando la silueta. Su propuesta primaveral –acompañada con zapatos de Manolo Blahnik- se ha basado más que nada en diseños para ceremonia y cocktail, con etéreos y elegantes vestidos y conjuntos de blusa y falda, con profusión de seda y marcado estilo. No olvidó algunos conjuntos de día, elegantes, pero más sencillos, con el pantalón como prenda estrella. La riqueza en los tejidos naturales trabajados en brocado, gasa o gazar, los incluyó también para algunas prendas de día. Y es que Carolina Herrera predica con el ejemplo. Antes de ser reconocida como una magnífica diseñadora, era aplaudida porque vestía maravillosamente bien. Sus trajes-uniformes de pantalones y faldas con blazers entallados se han convertido en todo un clásico de lo más chic.

Carolina Herrera ha mostrado siempre su afición por los vestidos evasé a la rodilla, longitud por cierto que ella considera la más elegante. En esta primavera 2009 ha invitado a poner el énfasis en las cinturas marcadas, hombros en su sitio, faldas airosas con volantes y sobrefaldas de gasa, mezclando estampados tipo tweed con flores, blusas volátiles con pliegues, cinturones anchos de falla, bordados de strass y aplicaciones metálicas en plata y cobre.

Los pantalones que propone son tobilleros y ajustados, muy altos de cintura, acompañados con unas chaquetas rectas y cortas con un vago aire torero y solapas smoking de gasa. Las chaquetas, por cierto, las sacó varias veces acompañando ligeros vestidos de noche, como si fueran un complemento añadido espontáneamente por un supuesto acompañante caballeroso.

La paleta de colores es muy alegre para el día: geranio vivo, amarillo y blanco. Para la noche los tonos se oscurecen y usa el gris, el azul y el negro, y la mezcla de blanco y negro, a lo que le ha dado bastante protagonismo. Pero también hay algún vestido de noche en brillante tono escarlata, amarillo o azul, con aplicaciones de fantasía metálicas. Le ha dado también mucha importancia a los escotes, con profusión de volumen en lazos y volantes.

Sus colecciones ready-to-wear han tenido un eco espectacular en la sociedad norteamericana, pero también cada vez más fuera de nuestras fronteras. Recientemente, en la entrega de los Premios Goya al cine español, nuestra actriz Belén Rueda lució un magnífico traje de noche de esta colección realizado en gasa blanca con bordados de plata en hombros y cintura.

Carolina Herrera fue nombrada en 2004 la Diseñadora de Moda Femenina del Año, y el pasado año 2008 fue reconocida toda su carrera al otorgársele el prestigioso Premio Geoffrey Beene. No por ello se durmió en los laureles: al día siguiente de la ceremonia de entrega del galardón presentaba esta colección para la primavera 2009.