080 Barcelona: la Moda desde otra óptica

Barcelona busca su sitio en el mundo de la moda. La marcha de los diseñadores catalanes consagrados a Cibeles y la imposibilidad de competir con los grandes de Milán, París, Londres y Nueva York ha obligado a la capital catalana a mirar hacia otro lado del sector: las nuevas promesas. La segunda edición de la pasarela Barcelona 080 se presentó sin ánimo de polémica, para mostrar los diseños y las ideas en ebullición de jóvenes talentos tanto nacionales como internacionales. La acogida ha sido muy buena y ya se ha confirmado la segunda edición para septiembre.

La catalana Txell Miras dio el pistoletazo de salida a esta II edición ubicada en el Parc de la Ciutadella. La diseñadora, que aseguró sólo presentar una colección al año para dedicarse más en serio a las artes plásticas, siguió en su línea habitual de piezas superpuesta en negro y marrones, aunque también pudimos ver diseños en rojo y lila.

Alberto Tous se estrenaba en Barcelona con un homenaje a la mujer femenina con prendas que rezumaban un halo romántico. Los vestidos cortos y vaporosos en negro, gris y rojo se alternaron, con los volúmenes y las asimetrías en los escotes, las mangas y el largo de la falda.

El negro y el rosa palo fueron el denominador común del desfile de Zazo& Brull, a excepción de un vestido rojo pasión. Este tandem catalán apostó por los pantalones pitillo con minivestidos, las faldas globo y el satén y la seda en sus materiales. La belga Elsa Esturgie rescató el espíritu minimalista de los 90 con una colección llena de prendas delicadas y cómodas, pero a la vez sutiles, que permiten libertad de movimiento a la mujer actual.

Martin Lamothe siguió con la línea de la pasarela de apostar por el negro y lila, pero fue uno de los más conceptuales y vanguardistas en sus diseños tanto para hombre como para mujer, igual que EBP pero con más color y desenfado en sus propuestas.

En Pelican Aveneu vimos muchos shorts, capuchas y estampados con colores degradados hijos de su ideario opuesto al estancamineto de la moda y la complacencia. Otra marca con principios es el estudio de diseño Material by product, que dice diseñar sistemas más que piezas, y lo demuestra con nuevas formas de cortar, conformar y confeccionar la coleccción. Sus vestidos vaporosos en colores pastel y ocre, inspirados en los años 20, fueron otra oda a la delicadeza de la mujer.

En moda hombre, Jan iú Més se decantó por las líneas rígidas y la sobriedad con un predominio del gris y el negro con algún destello de azul eléctrico, igual que el coreano Il Galantuomo, que hizo suyo el menos es más de Mies Van der Rohe. Sin embargo, el hombre de Maikel Bongaerts es más transgresor vestido completamente de blanco, con pantalones plateados o monos color caqui.

Es sin duda la diseñadora de moda. Woody Allen recurrió a ella para vestir a Penélope Cruz y a Scarlett Johansson en su última película rodada en Barcelona. Teresa Helbig empezó como escaparatista, aunque no debe obviarse su tradición familiar en el mundo de la costura. Sus diseños, de calidad exquisita y cortes impecables, siempre realzan la feminidad y la elegancia de la mujer. Y así lo corroboró poniendo color y buen gusto al cierre del 080.