DONNA KARAN: EL CHIC DE LOS TONOS SUAVES

Dentro de la marejada de tonos intensos que arrasan la moda de esta temporada la colección de Donna Karan, con sus tonos suaves, es como un oasis de serenidad. Esta diseñadora, la verdadera reina de la moda neoyorkina, bascula entre la elegancia europea y el confort deportivo de la moda americana. Su fuente de inspiración es la ciudad de Nueva York y en sus creaciones personifica lo que ama de esta ciudad: su modernidad, su energía y su espíritu cosmopolita y abierto.

En su colección para primavera-verano 2008 Donna Karan ha recurrido una vez más a su estilo fácil, versátil y cool. Su moda va dirigida a una mujer real. Desmarcándose de la coloración intensa de la temporada ha presentado sus modelos en tonos arena, crudo, gris plateado y beige maquillaje. Destacan los vestidos con faldas amplias, con la cintura en su sitio que nos traen en algunos momentos ramalazos del new look de Christian Dior o el estilo que popularizó Grace Kelly en los años 50, pero con un sello personal y totalmente contemporáneo.

Dominan en el panorama de la colección los escotes asimétricos, los recogidos, los hombros al aire y las mangas amplias. Sus tejidos favoritos son el lino, el algodón y el denim que emplea para sus trajes más urbanos. Para la noche busca la ligereza de la organza y el tul en ocasiones con bordados artesanales o flores aplicadas. Vemos una vez más sus clásicos reinventados temporada tras temporada y el estilo camisero y dinámico muy apropiado para una mujer ejecutiva y cosmopolita.

Para el día muestra con preferencia accesorios de cuero. Entre ellos el rey es el cinturón, anchos pero sin llegar a las dimensiones de los corseletes, fabricados especialmente en cuero o rafia y siguiendo la tónica de suavidad de su colorido. Para la noche recurre a algunos detalles brillantes y al contraste del gris y el oro revalorizados por el brillo del satén.

No es extraño que Donna Karan haya recibido el nombramiento de “Mujer del año” de la revista Glamour en su 18 edición anual celebrada en una multitudinaria fiesta den el Avery Fisher Hall de Lincoln Center de Nueva York. Sus colegas americanos celebraron este nombramiento que consideraron plenamente merecido. La trayectoria de esta diseñadora ha sido siempre ascendente y sin fisuras desde que en 1989, y con el deseo de vestir a su hija, iniciara sus diseños buscando primero el jean perfecto y después la faceta más ultrafemenina del confort americano.

Donna Karan considera que la moda debe ser una expresión personal en la que quepan distintos estilos y opciones: “La época más gloriosa de la moda –opina- es la actual porque somos capaces de escoger lo mejor de las etapas que nos han precedido. Ahora solo nos interesa expresar la individualidad”.