EL CUELLO, EL ETERNO OLVIDADO

Varios factores inciden en el envejecimiento del cuello principalmente la falta de hidratación y las malas posturas. Pero aún se puede hacer algo si no es ya demasiado tarde. La piel del cuello tiene muy pocas glándulas sebáceas y se seca y deshidrata con facilidad. Con unos pocos cuidados diarios, sin embargo, conseguiremos mantenerla flexible y retrasar la inevitable flacidez.

El cuello sostiene la cabeza y está en constante movimiento. Mientras somos jóvenes, la delicada piel del cuello parece no importarnos demasiado, pero es ahí donde primero se notan los signos de la edad. El cutis se lleva todos los desvelos pero el cuello es siempre el eterno olvidado hasta que dice “aquí estoy yo”, y ya el tema preventivo no sirve de nada.

Lo primero es que el cuello debe tratarse con los mismos productos que usamos para el rostro, es decir, hay que limpiarlo diariamente, usar tónico para equilibrar el pH y protegerlo con hidratantes y con nutritivas. No nos tenemos que olvidar del escote, esa zona que puede ser tan atractiva si mantiene un aspecto limpio, luminoso y sin manchas o arrugas. Usa a diario cremas con protección solar, sobre todo en el escote.

Con el paso de los años, tendremos que usar en esa zona algún producto reafirmante o con efecto lifting para que no muestre antes de tiempo los temidos “collarines”, el cuello de pavo o el doble mentón. Será una pena que tengas que recurrir al cuello alto o a disimular las arrugas con pañuelos prematuramente. Como medida de precaución es imprescindible proteger la piel siempre que esté expuesta al sol para evitar la aparición de manchas. Si éstas ya han surgido, es el momento de iniciar un tratamiento aclarante para borrarlas. La aplicación de mascarillas hidratantes semanales, antiarrugas o despigmentantes, según sea el caso, completarán los cuidados en casa. Si por el roce de la ropa, cadenas, etc, parecieran pequeñas verrugas, el dermatólogo las quitará con mucho mimo y sin dolor. 

Hay otros factores que inciden en el envejecimiento precoz de la piel del cuello, y son los malos hábitos posturales, especialmente a la hora de dormir. Hay que elegir una almohada que mantenga la línea recta entre la columna vertebral y la zona cervical, de modo que no se hunda ésta o se fuerce su postura. Leer en la cama es una de las posturas más perjudiciales, porque obliga al cuello a sacar papada. Intentar mantener la barbilla paralela al suelo cuando andamos, usamos el ordenador, etc. Es la mejor forma de no obligar al cuello a adoptar malas posiciones. 

Consejos prácticos 

1) Mantener la espalda recta influye directamente en la belleza del cuello y del escote. 

2) Si estamos sentadas frente al ordenador, la pantalla debe quedar frente a los ojos, para no tener que bajar o subir el cuello. 

3) Para tratar la flacidez, las cremas deben aplicarse con pasadas ascendentes, circulares y suaves para conseguir que los productos penetren a la vez que realizamos un masaje. 

4) Una opción para utilizar las cremas nutritivas de noche es aplicar a modo de mascarillas, dejándolas actuar al menos durante 20 minutos, ya que son muy ricas en principios activos. 

5) Aplicar el maquillaje desde el rostro hacia el cuello y el escote embellece, unifica la piel y evita el efecto “máscara” que se produce si el fondo se aplica sólo hasta la barbilla.

Algunos ejercicios 

- De pie con los codos junto al cuerpo, colocar un libro debajo de cada brazo. Poner los antebrazos en posición horizontal y las palmas de las manos hacia arriba. Separar los antebrazos llevándolos hacia los lados sin mover los brazos y mantener la posición durante 10 segundos. Hacer este ejercicio 10 veces seguidas. 

- Juntando las manos a la altura de la nariz con los codos en posición horizontal, apretar fuerte palma contra palma sin mover los dedos. Hacer 10 veces seguidas.

- Realizar una amplia sonrisa forzada hasta notar cómo se contraen los músculos del cuello. Es un ejercicio que se puede hacer en cualquier momento del día. 

- Poniendo una muñeca contra otra, empujar con la de arriba la de abajo que hace fuerza de resistencia. Mantener la posición 10 segundos y repetir invirtiendo las muñecas. 

- De rodillas y sentada sobre los talones, inclinarse hacia delante estirando los brazos todo lo que se pueda, inspirando al subir y espirando al bajar. La frente debe llegar a tocar el suelo. Repetir 10 veces. 

- Otro ejercicio eficaz y discreto es apoyar los codos sobre una mesa manteniendo la espalda derecha. Cruzando los brazos, colocar las manos en los brazos contrarios para empujar a la vez que hacen resistencia.

- En cualquier momento del día se pueden repetir las letras X y O de forma exagerada para hacer trabajar los músculos del cuello.