RODARTE, ROSA INVERNAL

Rodarte presenta una suave colección que no es de primavera, aunque lo parezca. Los tonos “candy” junto a algunos modelos en negro recuerdan los inviernos de Tchaikovsky en el Cascanueces, en su Hada de Azúcar o del Lago de los Cisnes. Faldas tutús, zapatillas de bailarina de raso y muchos tules en una oda al rosa empolvado, al celeste pastel y a la fantasía de cuento infantil.

Con un romántico decorado invernal, como postales de principios del siglo XX, hay constantes reminiscencias a Degàs y a sus exquisitas bailarinas en los envolventes vestidos de tul fruncido con volantes que caen en cascada y se entremezclan con jerséis de lana y bustiers. 

Los vestidos en el principal tema de esta delicada colección: vestidos tubo y slip dresses en raso brilloso acompañados de capas de tul con volantes, otros con cuerpos de encaje y mangas jamón, y otros trajes con bordados de pailletes en el mismo tono o con estampado floral. Los conjuntos están enriquecidos con aplicaciones de plumas en las bocamangas y en los bajos y con ingenuos rosetones en los escotes. 

Los vestidos negros, estilo siglo XIX, con mangas abombadas, están confeccionados también en raso y crepe con escotes de encaje y con volantes al hilo en tejidos transparentes cuajados de lentejuelas y guantes hasta el codo a juego.