LA ECOLOGÍA CONQUISTA LA MODA

Seguro que en la primera ola de calor tan atípica que nos ha tocado vivir has admirado una vez más la cantidad de árboles y plantas de color verde que nos brinda la naturaleza. Un verdadero alarde de tonalidades que la moda de este verano (prolongable para el otoño) ha decidido aprovechar.

Sobre el color verde hay varias citas y refranes. Se dice que “quien con el verde se atreve guapo se cree”, pero las tendencias pasan por encima de estas distinciones y nos impulsan a elegir ahora este color que dicen que trae buena suerte, que es el color de la esperanza, que incrementa la vitalidad y consigue a través de las tonalidades de sus hojas y sus plantas la armonía en la naturaleza y el equilibrio emocional personal. 

A la moda la ha conquistado la cantidad de matices que ofrece este color y que da lugar a distintas calificaciones que van desde el verde botella, el verde hierba, el esmeralda, el quetzal y muchos más… y hemos visto cómo muchos diseñadores -un poco tardíamente- lo han subido a las pasarelas en esta temporada, desde la mágica proyección de la Alta Costura hasta las tiendas low cost. 

Para seguir con su proyección ecológica, el verde se ha convertido en el fondo de algunos estampados florales, con flores gigantescas en Valentino y con florecitas minúsculas en Mango. Zara le ha concedido la espectacularidad del satén y se ha visto su llegada como una forma de interpretar, en clave ecológica, los volantes y pliegues en trajes largos con tejidos volátiles y ligeros que parecen zarandeados por el viento. 

El color verde ha cedido también en algunos de sus postulados para unirse a otros colores. Si hace unos años nos horrorizaba pensar en una combinación azul/verde, ahora nos parece original y posible solo eligiendo bien los matices. También Valentino ha utilizado la combinación sastre pantalón en verde con blusa lila y Bottega Veneta lo ha unido a complementos color naranja.