2022: PROPÓSITOS POCOS PERO BUENOS

El mejor tratamiento de belleza es la felicidad y no existe felicidad sin paz. Eso no significa que la vida tenga que ser perfecta porque si no ¡lo llevamos claro! Debemos alcanzar esa paz hoy y ahora, en medio de los problemas. Hay personas que se paran un rato cada noche a recapitular qué tal les ha ido el día, sus objetivos profesionales, vitales... En la empresas lo suelen hacer cada seis meses y anualmente. En cambio hay otras que no se plantean nunca nada. Van por la vida dejándose llevar por los avatares de la vida como hoja que arrastra las corrientes de agua del río. Luego se preguntan por qué han acabado en lo más hondo del fango o aplastadas por una roca insoportable.

Yo prefiero pensar que somos capitanes de nuestro barco, que fijamos un rumbo certero cada mañana al partir de un puerto (de donde te encuentras ahora mismo), siempre con vistas a un puerto mayor. Y eso a veces es lo más difícil: debemos saber a dónde queremos dirigir nuestros pasos y no sólo en lo profesional, sino también (y sobre todo) en lo personal y afectivo. 

Para empezar, la báscula no es tu enemiga. En primer lugar hay que saber dónde estás, sin tapujos. Anota cuánto pesas y cuánto quieres pesar, anota todo lo que comes porque el 90% de lo que ingerimos ni siquiera lo registramos mentalmente y plasmarlo nos hace mucho más conscientes. Y después hazte un plan. Ya sabes que debes cambiar ciertos hábitos si los que tenías hasta ahora te han llevado a un lugar que no te gusta. 

Decía Einstein que es de necios seguir realizando las mismas acciones y esperar resultados diferentes. Y si tus costumbres alimentarias y sedentarias te han traído un sobrepeso, debemos cambiar al menos esos dos hábitos y meter otros mejores. 

1) Caminar un ratito al día no es sólo bueno para tu salud física y la tonificación de tus piernas y glúteos sino también para tu salud mental: te vas tú sola con tu música favorita o con un audiolibro o sola con tus pensamientos. Un rato al día sólo para ti: de reflexión, análisis y oxigenación física y mental. 

2) Evitar las cenas. La dieta del “namasté”, que es tomar sólo una infusión cada noche, es muy eficaz y saludable ya que además de no ingerir nada en la cena, te hidratas, engañas al estómago, te vas a la cama con el estómago calentito… Conozco a muchas personas que me dicen que son incapaces de hacerlo, da la casualidad de que todas ellas tienen algo en común: el sobrepeso. Es mejor acostumbrar al estómago a privarse de las cenas que al cuerpo entero a sufrir enfermedades y dolores de mayor calado. 

3) Cuando vayas a comprar algo pregúntate: ¿lo necesito? Si la respuesta es NO, espérate un par de semanas, tal vez se te haya pasado las ganas o tal vez hayan rebajado el precio. El punto es dejar de “necesitar” cosas que no necesitas realmente, desapegarte de la compra compulsiva. hay personas que se retuercen pensando que no van a poder comprarse un capricho de compra compulsiva y a continuación dicen que no pueden dar nada a los pobres. 

4) Sobre la belleza, no pretendas no cuidarte nada y luego ser como esas modelos con piel y pelazos increíbles. Cosechas lo que cultivas y si no cuidas tu cuerpo, fumas, tomas alcohol asiduamente… tu cuerpo (y su aspecto) te van a pasar factura. Así que sobre el aspecto físico yo te recomendaría: 

Beber dos o tres litros de agua al día. Usar protección total como base hidratante cada mañana. Dormir al menos 8 horas. Desmaquillarte (también) cada mañana. Limpiar tus brochas y demás utensilios de maquillaje cada semana por lo menos.

Debes centrarte en los que sean más urgentes para ti, más importantes. Yo no te recomendaría más de TRES objetivos para empezar, ya nos ha pasado a todos creer que este año nuevo vamos a poder con todo: empezar a hacer deporte, adelgazar 15 kilos, crear una empresa, escribir un libro, recibir clases de pintura… Y luego la realidad nos arrolla como una apisonadora y las horas del día son las que son. 

Así que te recomiendo que adquieras tres nuevos propósitos y los conviertas en hábitos, los grandes empresarios americanos dicen: haz de la rutina tu mayor aliada, toma buena nota y adquiere esos hábitos que te van a cambiar la vida. Por ejemplo: 

1) Caminar media hora al día 

2) Apuntar los gastos 

3) Dejar de ver series hasta las tantas para dormir las 8 horas. 

Te aseguro que cuando lleves un mes haciendo esto, no te va a costar añadir a tu vida los dos litros de agua, tal vez abrirte una cuenta de ahorro nueva para ir separando algo de dinero para la jubilación… Y así poco a poco. Ya sabes que la diferencia entre un vicio y una virtud es sólo si es destructivo o constructivo. Los hábitos negativos son destructivos, se llaman vicios, y los positivos, los que te ayudan a tener una vida mejor, son virtudes. 

Y el año que viene, en el 2023, podrás recapitular, ver todo lo que has avanzado, sentirte muy orgullosa de tus éxitos, de tus aprendizajes (que nunca fracasos) y estarás mucho mejor armada para la nueva batalla, para fijarte nuevos propósitos.