UNA EXPOSICIÓN HISTÓRICA MUY ESPERADA

Hasta el 13 de marzo de 2022 podrá admirarse la exposición “Una historia de la moda” en el Palacio Galliera, llamado también Museo de la Moda de París, situado muy cerca de la Torre Eiffel. Se trata de un recorrido por la moda parisina organizado con fondos de su riquísima colección de 200.000 piezas para relatarnos la historia de los estilos que abarcan desde el siglo XVIII, con importantes piezas del Antiguo Régimen, hasta las actuales creaciones de los diseñadores más vanguardistas.

El Palacio Galliera presenta esta exposición única un año después de su reapertura, ya que estuvo cerrado por obras más de dos años y su reaparición coincidió con una importante colección de Chanel. Sin embargo, la exposición actual tiene unas características especiales, ya que no presentará solamente exposiciones temporales de cuatro o seis meses sino que desde ahora será el primer museo de moda que tiene una exposición permanente en Francia. A pesar de que la moda parisién ha tenido algunas serias competiciones en las últimas décadas en los ambientes del sector, todo el mundo reconoce que París merece este honor con su museo ya que conserva con orgullo su titulo de capital cumbre del diseño.

Los orígenes de este museo y del nombre de Galliera se remontan a su pertenencia a los Duques de Galliera. A la muerte del Duque en 1876, su esposa, una genovesa enamorada de Francia, decidió construir un museo que albergara grandes obras de arte. Al principio la moda se contaba como un elemento más entre las presentaciones de los museos artísticos en distintos lugares hasta que en 1977 se inauguró el “Museo de la Moda y del Traje” de la ciudad de París y en 2013 se convirtió en Palacio Galliera o “Musee de la Mode de la Ville de Paris”. 

El valioso contenido con que pudo contar el museo fue gracias al donativo de Maurice Leloir con la dotación de 2.000 obras de la “Sociedad de la historia del vestido” que contaba con un importante lote de vestidos del Antiguo Régimen. La reforma actual ha sido financiada por la Casa Chanel y ha hecho posible duplicar la superficie de exposición para instalar el museo permanente que se ha ido incrementando para narrarnos lo más representativo de cada época y la evolución del vestuario desde la desaparición de la crinolina, el polisón, las formas rectas del siglo XIX hasta la liberación del cuerpo femenino con Paul Poiret, Fortuny, Madrazo y la evolución del siglo XX con Balenciaga, Dior, Saint Laurent hasta llegar a los creadores contemporáneos. 

La exposición consta de 350 piezas entre las que se cuentan toda clase de vestidos y accesorios cargados de encajes, sedas, plumas, que revelan el seguimiento de una rica sociedad burguesa además de fotos y bocetos, y está organizada temática y cronológicamente aunque, contando con los amplios fondos del museo, sus piezas serán renovadas cada seis meses para evitar su deterioro pero sin alterar el guión de la muestra. Esto permitirá a los estudiosos de la moda y los que la incluyen entre sus “divertimentos” visitar el museo varias veces.