STELLA McCARTNEY: ENTRE LO ROMÁNTICO Y LO "SPORTY"

La diseñadora británica, hija del ex Beatle Paul, presenta una nueva colección para la primavera en la que une lo deportivo y lo romántico, haciendo hincapié en los tejidos sostenibles y en la ambivalencia de los looks femeninos y masculinos. Una colección de prendas oversizes pero también de tejidos stretch que se adaptan elásticamente a la figura.

Los tejidos de origen natural y vegetal en su colección más sostenible hasta la fecha, fue la fuerte apuesta de Stella McCartney para afrontar la primavera con serenidad. Sus estampados florales desvaídos, sus mallas de inspiración ciclista, sus monos denim y sus tonos pasteles contribuían a que su propuesta fuera delicada si bien con mucha inspiración deportiva, como suele ser habitual en ella. 

Gabardinas sueltas de anchas solapas combinadas con vestidos lenceros –quizás excesivos porque las modelos parecían estar desfilando en camisón- y con pantalones muy anchos de estilo chándal. También expuso variados minivestidos de tejido elástico de cuerpo y mangas muy ajustadas, con cuello a la caja o en pico, cintura alta y volumen al bies en la falda. Los volantitos diminutos con efecto espumoso, a veces verticales, y el juego magistral de cremalleras lograban un efecto original, vaporoso y atractivo en los vestidos.

Uno de los detalles a destacar es el uso de las cremalleras para abrir o cerrar zonas en las prendas, ajustando o no el volumen. Lo emplea también en varias chaquetas-capa, en algunas mangas y para lograr drapeados en las perneras. Algún jersey de punto descomunal combinado con leggins de ciclista en un contraste de estampado rayas-flores y efectos tie-dye. Blusas con cuello halter en gasa estampada, y vestidos largos de satén con estampado floral.