LONDRES: HOMENAJE A BALENCIAGA CON UNA GRAN EXPOSICIÓN

Este año se cumple el centenario de la apertura de la primera tienda de Cristóbal Balenciaga en San Sebastián cuando sólo tenía 22 años y coincide además con las 8 décadas de su debut en París. Varios museos importantes le han rendido homenaje con cerca de una docena de exposiciones. Ahora es el Victoria & Albert de Londres el que mantiene hasta el 28 de febrero del año próximo una interesante exposición, “BALENCIAGA, SHAPING FASHION", que rinde homenaje al gran maestro exhibiendo sus grandes logros y demostrando la influencia que ha tenido en la trayectoria de los diseñadores actuales.

La exposición consta de 100 piezas y se refiere principalmente a las producciones de Balenciaga de los años 50 y 60 con prendas que evidencian la maestría de sus siluetas esculturales, sus juegos de volúmenes, sus increíbles líneas en evolución constante. El museo es propietario de casi los dos tercios de las prendas y el resto de la exposición son prestamos de colecciones a nivel mundial. 

Las grandes estrellas internacionales figuraron siempre entre sus incondicionales clientas y la exposición lo recuerda con algunos modelos que lució la actriz Ava Gardner, como el vestido línea tulipa color rosa y el abrigo de organza de tonos crudos. Otras celebridades como Gracia de Mónaco, Jacqueline Kennedy y Audrey Hepburn fueron también clientas incondicionales junto con muchas aristócratas, algunas tan entusiastas como Mona Bismark, de quien se cuenta que cuando falleció el modisto en 1972 pasó 3 días de desconsuelo sin salir de su habitación. 

La vida de Balenciaga apareció siempre envuelta en la leyenda. Le llamaron incluso “el hombre invisible” y “el fantasma de la calle Jorge V”. Huía de los eventos sociales y muy pocas veces se dejaba fotografiar. Los que le trataron de cerca le describen como una mezcla de hombre tímido y osado que tenía un defecto avasallador e incorregible: trabajar como un iluminado en busca de la perfección. Destacan en sus modelos su dominio de la técnica, su capacidad para buscar nuevas líneas y para expresar nuevas fórmulas. 

Era patente su acierto en la elección de los tejidos. En la exposición se puede comprobar su gusto por los tejidos de peso y los bordados suntuosos. Sabía tratarlos con gran flexibilidad y delicadeza. Decía que los tejidos tienen vida propia y que nunca había que llevarles la contraria porque eran capaces de ajustarse admirablemente al cuerpo. Otra de sus obsesiones era el colorido. Era capaz de contrastar hasta 400 matices de un mismo color hasta dar con el tono adecuado. 

Su costura y su inspiración no fueron nunca algo estático. En las vitrinas del Victoria & Albert se puede admirar la evolución de su colorido y de sus líneas. En los años 60 sus colores, hasta entonces bastante oscuros, adquieren una nueva viveza. En esta época descubre el talle y lo sube hasta las alturas del estilo Imperio. Acorta la falda y se lanza a los audaces cortes al bies. Juega con los echarpes y bufandas pero sigue utilizando materiales de gran efecto como el shantung, el gazar, el otomán de seda, el tafetán. En el año 66 presenta sus abrigos 7/8…