EL MOMA SE PREGUNTA: ¿ES LA MODA MODERNA?
CULTURA, Noviembre 2017El sari y la chaqueta aviador
Levi's 501. 1947
La moda ha recalado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York con el título de ¿“Es la moda moderna?”. No es la primera vez que el museo neoyorkino da a la moda el lugar que merece junto a las otras artes contenidas en sus salas. Lo hizo por primera vez en el año 1944 con unos planteamientos muy parecidos a los actuales: examinar la relación entre la moda y la sociedad con sus repercusiones individuales y colectivas. La exposición permanecerá abierta hasta el 28 de enero de 2018.
Los iconos más representativos de distintas épocas y regiones se encuentran entre los 350 objetos exhibidos reunidos en 11 tipologías. Se pueden admirar desde “la petite robe noir”, el pantalón Levi´s 501, el Chanel nº 5, el collar de perlas, hasta el tejido kente africano, el pañuelo palestino o el sari indio.
Los organizadores de la exposición insisten en la idea de que no se trata de mostrar la influencia de diseñadores importantes, sino ante todo de objetos, pero allí están prendas que no pueden disociarse de sus creadores como el smoking femenino de Yves Saint Laurent de 1966 o los modelos de influencia espacial tan vinculados a Pierre Cardin.
La muestra arranca analizando la necesidad de las personas de variar su cuerpo, algo que ocurre desde el principio de los tiempos y también la evolución de las líneas clave que ayudan a marcar la silueta. Para Paola Antonelli, comisaria de la exposición, nos encontramos ante 111 manifestaciones poderosas de las formas en que la moda, un campo crucial del diseño, nos afecta a todos y llega a todas partes.
La falda escocesa
El vestidito negro
Las Converse
EL MOMA SE PREGUNTA: ¿ES LA MODA MODERNA?
La siguiente zona, la tecnológica, presenta piezas con tejidos técnicos, líneas inspiradas en la moda galáxica o en la colección experimental de Issey Miyake con prendas tridimensionales y procesos controlados por ordenador.
En las distintas salas se puede apreciar la reedición del pasado junto con una ventana abierta al futuro aunque lo que se analiza con mayor profundidad son los trajes y accesorios de los siglos XX y XXI. La muestra, que ha necesitado 20 años de preparación y estudio, no se ha olvidado tampoco de las producciones de los diseñadores de lujo como los stilettos de Manolo Blahnik, o los zapatos de Roger Vivier.
Se dedica una especial atención a la colección “7 piezas básicas” lanzada en el año 1998 por la diseñadora americana Donna Karan con prendas intercambiables y versátiles para satisfacer las necesidades de la mujer de su época. Todas tienen la particularidad que sirven para cualquier hora y situación solo con pequeños retoques o detalles. Una forma que tiene la exposición de destacar la intencionalidad del diseño de moda pero también su impacto social y a nivel individual, ya que da a cada mujer el poder de hacer suya cada prenda, de interpretarla y de conquistarla.
Fachada del MoMa
La exposición con sus connotaciones sociológicas, económicas y hasta políticas sin dejar de lado la industria y la tecnología, demuestra el poder de la moda, su papel de espejo de la sociedad y un retrato de sus necesidades.
La comisaria Paola Antonelli, que se ha encargado de la selección de los objetos y prendas, sale al paso de los que solamente saben calar en la faceta frívola de la moda y explica que “La moda nos afecta a todos y llega a todas partes. Hasta los que fingen que no les importa la moda, en realidad se interesan mucho por ella porque negarla es un sí a una actitud de anti-moda”.