MARIA BARROS: “SERIA ABSURDO QUE PRETENDIERA COMPETIR CON ZARA”
ENTREVISTA, Febrero 2014María Barros
Colección primavera verano14
Sus colecciones son coherentes y muy femeninas con formas y volúmenes impecables. María Barros piensa que la elegancia clásica es siempre actual pero sus modelos, con una elaboración supercuidada, cercana a la Alta Costura, tienen a la vez un toque fresco, joven y vanguardista. Su colección primavera 2014 está inspirada en los procesos creativos del vino y sus elementos de producción natural se aglutinan en Coupage, una línea en la que abundan los tejidos fluidos como la gasa, la seda o los algodones con tonalidades cítricas, terrosas y florales.
La vida de María Barros ha estado siempre muy vinculada a la moda. Su madre, decoradora de interiores, le enseñó a dar importancia al diseño y a la estética. Nacida en La Coruña, estudió en la Escuela Europea de Diseño de Madrid para después realizar en Milán su tesis bajo la dirección de Franca Sozzani directora de Vogue Italia. Trabajó con Roberto Cavalli en Florencia. En el año 2003 pasó su colección en la pasarela Gaudí y fundó su firma a la vez que presentaba también sus colecciones en la Semana de la Moda de Milán y después en la Pasarela Cibeles…-¿Cuáles son las claves de tu trabajo?
Creo que mi señas de identidad son la elaboración, el modelaje que tiene cada prenda, el volumen, el trabajo personalizado en cada una de ellas, la utilización de tejido siempre liso. Nunca utilizo estampado, porque el tejido liso me permite trabajar más la prenda. En un estampado, el protagonismo es del propio estampado en sí y no te permite trabajar tanto el tejido.
-Sueles emplear materiales como seda, raso, organza, ¿a qué se debe esta preferencia?
-Me gusta trabajar con tejidos que sean de un único material, que sean siempre naturales porque, una tela que sea 100% natural puede alcanzar un color que nunca alcanza un sintético. Cuando te acostumbras a una calidad buena en los tejidos, es difícil “ir a menos” y eso, lógicamente, se nota al final en la calidad de la prenda: en la forma de trabajar, en la caída, en las expectativas de tu diseño. No me planteo cambiar en esto, creo que es la filosofía que debo mantener.
-¿Qué marca la diferencia en una prenda?
-Muchas cosas. Desde los pequeños detalles hasta lo más básico: por ejemplo, lo que te decía sobre la selección del tejido. Entre estos dos extremos, todo lo que hay en medio marca también la diferencia y el resultado final. La selección, la forma de trabajar y el diseño, determinan el resultado, el acabado de la prenda.
-¿Se pueden crear piezas atemporales cuando las tendencias se imponen con tanta fuerza?
-Depende de tu filosofía de trabajo y tus colecciones y, al final, de la filosofía de tu marca. Cuando siempre trabajas de una manera, huyes de las tendencias y tienes tu propio estilo. Y quien se siente representado con ese estilo, va a ser fiel a la firma y lo que espera es encontrar su personalidad en cada prenda, su estilo característico y no una tendencia. Para encontrar la tendencia hoy sobran firmas y hay cadenas muy grandes, con las que no pretendo competir porque no me sentiría realizada.
-¿Cómo se hace frente a fenómenos como Zara?
-Sería absurdo que yo pretendiera competir con Zara. Primero, porque no podría, y segundo porque tampoco es la meta de mi trabajo. Mi posición es totalmente diferente, en cuanto a prendas, público, distribución, presentación, etc. Admiro Zara, pero es otro planteamiento que no tiene nada que ver con mi marca.
-¿Para qué tipo de mujer diseña María Barros?
-Cuando diseño no pienso en un tipo de mujer concreta. Sí creo que al final compra mis colecciones una mujer con mucha personalidad, que busca diferenciarse de alguna manera y que le gusta encontrar la novedad, huir un poco de las tendencias.
-Te gusta experimentar diseñando piezas extrañas, pero luego no las exhibes, ¿te lanzarás algún día a hacerlo?
-Perdería el sentido. Es una forma de trabajar en la que yo, en mi estudio, y normalmente sola, experimento y, de ahí, salen ideas, trabajos, que luego desarrollo en piezas que salen en mis colecciones.
-Sin embargo, son esas piezas extrañas las que dan luego que hablar en los medios de comunicación, las que catapultan a los diseñadores jóvenes.
-Sí, pero luego perdería el encanto y el sentido. Sería incapaz de seguir haciendo lo mismo. Necesito tener esas piezas para mí, porque luego, al final, se ven reflejadas de algún modo en la colección.
-Tus colecciones tienen una gran influencia del mundo del arte: la música, la pintura, ¿son para ti una fuente de inspiración?
-Todo puede ser inspiración. Lo importante es estar atenta en ese día en que tienes la mente más abierta, o estás más sensible, con más capacidad de reacción frente a un estímulo. Te facilita mucho a nivel creativo y empiezas a desarrollar la colección. El arte puede ser una fuente de inspiración, pero igual que muchas otras fuentes.
-¿Alguna vez esa inspiración no ha surgido?
-Sí, claro. Eso ocurre en todas las colecciones. En el cambio que hay entre una colección y otra, hay un momento muy crítico y desesperante, porque no encuentras la inspiración. Sin un tema, sin unas pautas, no hay trabajo, no puedes hacer nada. No soy partidaria de esa idea de que la inspiración te coge trabajando, yo llevo siempre mi libreta y que la inspiración me coja donde sea, porque es cuestión de apuntarlo cuando algo te motiva, para luego llevarlo más rodado; pero hasta que te llega, siempre hay un momento de crisis absoluta.
-Tuviste como directora de tesis en Italia a Franca Sozzani, ¿son las divas de Vogue cómo las pinta el cine?
-Cuando ella dirigió mi tesis, yo tenía 21 años y no era consciente de la importancia que tiene que la directora de Vogue Italia dirija tu tesis. Cada viernes por la tarde íbamos a su despacho y, uno a uno le enseñábamos nuestras propuestas. Es hoy cuando soy consciente de la gran oportunidad que he tenido. Me lo tomé con total naturalidad, quizá por la inconsciencia de los 21 años. A día de hoy, aún tengo recuerdos que me valen, incluso del ambiente que había en una redacción como aquella o de cómo trabajaba Franca, cómo dirigía a su equipo, etc.
-Trabajaste con Cavalli en Florencia, ¿qué lecciones recuerda de aquella época?
-Con Roberto Cavalli me ocurre como con Franca Sozzani, aunque más a lo grande, porque entré en una empresa muy fuerte, con un equipo muy fuerte, que presentaba en una pasarela muy importante. Comencé además en enero, nada más terminar la carrera, un mes antes de presentar la colección en Milán, sin tiempo a reaccionar, así que me adapté con rapidez. Todos los compañeros te exigían mucho, aunque fueras la más joven y la última en llegar. Aprendí muchísimo de esa época, era como una esponja. Aprendí cómo funciona la moda y cómo se tiene que llevar una empresa de moda. Lo recuerdo como una experiencia maravillosa.
-¿Qué le falta a Madrid Fashion Week para llegar a ser como Milán?
-No podría comparar las pasarelas. La nuestra está entre las cinco mejores del mundo. Yo más bien distinguiría entre la moda española y la moda italiana. Pienso que tenemos que conseguir nosotros, la idea clara que tienen en Italia de que la moda es industria, es negocio y es sobre todo diseño. Y de ese diseño se saca la rentabilidad.
Colección primavera verano14
colección primavera verano14
Colección primavera verano14
MARIA BARROS: “SERIA ABSURDO QUE PRETENDIERA COMPETIR CON ZARA”