MARÍA LÓPEZ-LINARES: "NOS PIDEN REPRODUCCIONES DE JOYAS PARA SERIES HISTÓRICAS DE TV"
ENTREVISTA, Octubre 2015María López-Linares
María en Vintage by LL
Entrar en Vintage By López Linares es adentrarse en otro mundo. Un santuario del buen gusto, el glamour y la sofisticación. Entre muebles con solera y joyas que nos trasladan a otros mundos he quedado con el alma máter de la tienda: María López Linares. Elegante, exquisita y discreta, se vuelca en cada cosa que hace. Si tuviera que elegir una sola palabra, cuestión complicada, sería la perfección. Su espacio habla por sí solo. Entre vestidos de novia centenarios y sus reproducciones de joyas, empezamos a desgranar una conversación que fluye distendida y de una manera sumamente interesante.
-María, ¿cómo nació la tienda? -La tienda surgió hace 30 años, y en ese momento estaba dedicada en exclusiva a la reproducción de muebles antiguos. Uno de los recuerdos más entrañables que tengo de mi infancia eran los domingos en el Rastro de Madrid de la mano de mi padre, cuando en el Rastro se encontraban verdaderas obras de arte tiradas en el suelo, eran los años 60.
Era costumbre en mi casa pasar el domingo paseando por las callejuelas del Madrid antiguo en busca de alguna pieza sorprendente: relojes, barómetros, pinturas, cámaras de fotos, muebles, espejos… Mi padre recorría las calles despacio, miraba cada puesto con lupa, pero de una forma que pasaba totalmente desapercibida, discreto y callado. Pero de repente algo le llamaba la atención, lo cogía entre sus manos y le daba mil vueltas, se quitaba las gafas, por la miopía veía mejor de cerca sin ellas, se acercaba hasta el vendedor, y entonces comenzaba un ir y venir de ofertas y contraofertas… Cuando has vivido eso de niña te queda un poso de comerciante que no te abandona nunca.
-Entonces deduzco que te trasladó esa pasión... -A mi me entusiasmaba ese plan, me apasionaba lo que luego él me contaba sobre esa pieza que había comprado, que si se usaba antiguamente para esto o para lo otro…. Nuestra casa rebosaba de piezas antiguas y fue entonces cuando mis padres deciden abrir una tienda. Era principios de los 80. Mis padres viajaban por toda Europa buscando antigüedades, casas de subastas como Sothebys y Christie, pequeñas ferias y casas particulares; en cualquier lugar por recóndito que pareciera podían encontrar lo que estaban buscando. El primer local era pequeño, en la zona de Canillas, contrataron un restaurador y mi madre se hizo cargo junto a mi hermano, que ya estudiaba orología en aquellos años, de la parte comercial.
En la tienda
Tienda de Claudio Coello
Con una clienta
MARÍA LÓPEZ-LINARES: "NOS PIDEN REPRODUCCIONES DE JOYAS PARA SERIES HISTÓRICAS DE TV"
Enseguida la tienda se quedó pequeña, los clientes apreciaban la labor de una pieza bien restaurada, mi padre era un maniático de las cosas bien hechas, todo tenia que quedar perfecto hasta el más mínimo detalle. Y esto llevó a que la clientela buscara la calidad de nuestra restauración, la atención tan personalizada que ofrecía mi madre, otra apasionada del arte, y con una sangre comercial y un saber estar innato.
En 1986 nos trasladamos a la calle Conde de Aranda, en pleno barrio de Salamanca, donde mi hermano instaló su taller de relojería y mi madre atendía a los clientes con un ánimo y una alegría que enseguida se hizo dueña del barrio. Políticos, abogados, economistas, notarios... un sin fin de clientes con un nivel cultural alto y con muchas ganas de decorar su casa con una pieza antigua pero muy bien restaurada, “una antigüedad para otros 200 años", solíamos decir.
-¿Cuándo comenzaste a trabajar?-A finales de los 90 mi hermana recién terminada la carrera de restauración y yo nos unimos al negocio familiar. Yo comencé trabajando en el taller y aprendiendo a restaurar y en poco tiempo decidíamos abrir otra tienda también en el barrio de Salamanca, en la calle Claudio Coello, pero esta vez para reproducir piezas antiguas. La idea era ofrecer al cliente una selección de muebles clásicos, copias fieles de aquellas piezas que habían pasado por nuestras manos, pero con un denominador común, la calidad ante todo y que el cliente pudiera elegir medidas, color… personalizar sus muebles al máximo.
Tiara de novia
Broches y esmaltes
Pendientes
Pulsera
Serie Carlos Emperador
Serie Seis Hermanas
Vintage by Lopez Linares
Por otro lado, no todo el mundo tiene un nivel adquisitivo para comprar una pieza original, pero muchas personas aprecian el valor de las cosas bien hechas y ahí es donde encontramos un hueco en el mercado. Decidimos hacer los muebles a medida, librerías, aparadores, camas, mesas de comedor… Con este sistema, el cliente podía comprar una reproducción de un mueble victoriano o regencia pero adaptado a sus necesidades. Esto nos distinguió desde el primer momento del resto de las tiendas de decoración que vendían con medidas estándar. Y por supuesto nuestro punto fuerte seguía siendo la calidad, los detalles: maderas macizas traídas de fuera de España, cueros de primera calidad con denominación de origen español, cerraduras francesas o inglesas, tornillos de latón macizo, nada de piezas latonadas como es costumbre ahora, todos los herrajes de nuestro muebles eran de primera calidad y fabricados especialmente para nosotros bajo los estándares de calidad que exigía mi padre.
Junto a mi padre, el ojo se te hacía a distinguir la calidad casi sin darte cuenta.
-Entonces ocurrió lo inevitable, ¿no es cierto? -Así es. En 2002, y después de una larga enfermedad, fallece mi padre, ya hacía años que el taller estaba en manos de Jorge, su mano derecha. Mi madre, mi hermana y yo nos hicimos cargo de la parte comercial, atención al cliente, compras, proveedores, elección de piezas a reproducir. Pasábamos muchas horas en el taller ya que mi padre permaneció en cama casi sus dos últimos años de vida. Pero la mala fortuna quiso que Jorge falleciera inesperadamente a los pocos años de morir mi padre.
No sabíamos hacer otra cosa, pero no nos veíamos capacitadas para formar a alguien y que se hiciera responsable del taller, la calidad nunca sería la misma y lo que teníamos claro es que las cosas tienen que ser perfectas o nos son.
La primera decisión y la más dura fue cerrar el taller, tuvimos que despedir a empleados que eran casi de la familia y llevaban más de 10 años trabajando codo con codo con nosotras. Fue un momento muy difícil. Esto sucedía a finales de 2007. Necesitábamos una nueva fuente de ingresos y un día nos llegó hasta nosotras. Siempre habíamos tenido bisutería antigua en la tienda y las joyas nos gustaban muchísimo a las tres: ¿Por qué no reproducir joyas? Si habíamos reproducido muebles podríamos hacerlo con joyería.
Este fue el punto de inflexión que nos llevó a comenzar con una nueva labor, la búsqueda de maestros orfebres especializados en el arte de reproducir joyas antiguas, una labor que nos llevó casi un año y en ella recorrimos varios países europeos y muchos talleres españoles. La idea, traer hasta Madrid toda la historia de la joyería, pero a un precio accesible y con una perfecta calidad. El prestigio que teníamos como anticuarios y maestros en el arte de reproducir muebles nos ayudó mucho a la hora de comenzar a posicionar esta nueva línea de negocio.
-¿Fue cuando comenzaron esos viajes de buscatesoros? -Así es. Viajé a Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, etc , a la busca de maestros reproductores, y a empaparme de primera mano de lo que hacían. Primero me volqué en la joyería de los años 30, posteriormente la amplié hasta la época de Chevalier, y llegaron después unas épocas que me fascinan: el renacimiento, el barroco, el victoriano y los años 30. Ahora mismo, además de haber prestado piezas a la miniserie de Prim que se emitió la pasada primavera, estamos prestando piezas a las series “Carlos Rey Emperador” y “Seis hermanas”. Normalmente utilizan nuestras piezas en ocasiones de fiestas de relevancia.
-¿Qué estrategias de difusión utilizáis? -Las redes sociales, el blog y la tienda online.
-¿Qué línea de actuación sigues para reinventarse, y mantener viva la expectación? -Cada año me vuelco en una colección especial. Hemos tenido como protagonistas a Audrey Hepburn, y su collar en “Desayuno con diamantes”, los pendientes de “La joven de la perla”, el collar de “La Dama del Armiño”, o piezas de Grace Kelly, entre otras. Aparte, hemos reproducido tiaras como la de Lady Di, o Lady Mary de la serie “Downton Abbey”, por citar algunas, en nuestros talleres asociados de Andalucía y Madrid. Esto nos ha hecho ser referente en tema de novias, recibiendo encargos incluso de Francia o Inglaterra. ¡Hemos aparecido incluso en blogs de Johannesburgo!
-¿Cuáles son tus pasiones? -Son una prolongación de mi profesión, de mi personalidad. Son un reflejo de mi modo de ver la vida. En los viajes, por ejemplo, no concibo estar en una ciudad sin empaparme de su historia. La fotografía también me apasiona, así como visitar exposiciones.
-¿Cómo defines la belleza? -Para mí está en el carácter y en la manera de ser. No es algo externo. La belleza está en sacarle partido a un amanecer, a una obra de arte, y en ser capaz de disfrutar de esas cosas que la vida nos brinda.
-¿Sigues los dictados de la moda? -No, porque a una edad ya conoces lo que te favorece o lo que no te sienta bien, y esto a veces no coincide con lo que llaman tendencia. Estas las sigo con interés, pero no para mí. Como diseñadora escogería a Cocó Chanel, no sólo por su estilo, sino por su personalidad, y por su manera de romper estereotipos en la época en que vivió.
-¿Cómo te definirías, y cómo te gustaría ser recordada? -Es complicado, pero si tengo que elegir, por ser una persona íntegra que siempre ha intentado inculcar en los suyos el respeto hacia los demás, y que no hagan a nadie lo que no les gustaría que les hicieran a ellos. -¿Cómo es un día ideal para ti? -Hacer cosas en familia. Una comida con mi marido e hijos, un paseo o ver una buena película, ya que me encanta el cine.