NAVIDAD, FIESTA DE LA LUZ
OPINIÓN, Diciembre 2021Arbol de Plaza de España
Mercadillos navideños
“Honraré a la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”. Esta frase entre las muy acertadas escritas por Charles Dickens sobre la Navidad resulta específicamente apropiada para este año en el que rematamos una época de situaciones difíciles y tenemos todos un anhelo de paz duradera y de esperanza. Las luces navideñas brillan ya en las ciudades y los pueblos de España… Aunque todas merecerían un recuerdo y una glosa, vamos a centrarnos como ejemplo en las luces de la capital que este año presentan un esplendor especial.
Desde el pasado mes de agosto los operarios municipales de Madrid empezaron a instalar los puntos básicos y más escondidos de lo que sería la tradicional iluminación de este año. El resultado de tanta previsión y despliegue pudimos comprobarlo a partir del día 26 de noviembre en la Plaza de España, recientemente remodelada con gran éxito. El alcalde Martínez Almeida, acompañado por representaciones de los grupos municipales, inauguró las iluminaciones situadas en 230 emplazamientos repartidos en 21 distritos.
Se trata nada menos que de 11 millones de bombillas (que cumplían todos los requisitos de respeto al medio ambiente y de eficacia energética) además de 6.770 cadenetas que equivalen a 147 kilómetros de recorrido y 13 grandes abetos luminosos. La Plaza de España también contará en su momento con un belén gigante con figuras de 2 metros y medio de altura que se unirá a los muchos que se instalarán en otros lugares simbólicos de la ciudad.
El punto central de las iluminaciones se enfocó en el abeto situado en la propia Plaza de España. Se trata de un abeto natural de 18 metros de altura con 150 cordones luminosos, 800 bolas y muchos caramelos que presidirá el lema de la Navidad 2021: “Celebremos el reencuentro”. Desde el principio se vio que el Madrid de Almeida volvía a la Navidad más tradicional y auténtica, que apuesta por sus raíces cristianas. Se conservaron varios adornos de años anteriores como por ejemplo la gran bola de 12 metros de diámetro situada en la confluencia de Alcalá y Gran Vía, pero con un espectáculo musical renovado que goza de la simpatía de todos los madrileños año tras año.
Gran bola en la Gran Vía
Uno de los belenes en Madrid
Puerta del Sol
NAVIDAD, FIESTA DE LA LUZ
La moda también se ha visto una vez más involucrada en el tema de la decoración y la estética. Debido a la ampliación del número de calles iluminadas -alrededor de 30- se amplió también el número de artistas y diseñadores de prestigio. Continúan varios de años anteriores como por ejemplo Juan Duyos y Devota & Lomba, pero se han inaugurado nuevos nombres como consecuencia del acuerdo entre ACME (Asociación de Creadores de la Moda de España) y los diseñadores- para cubrir los adornos de las calles recién estrenadas: Juan Vidal se ha encargado de la Calle Preciados, Maya Hansen de la Calle Montera, Teresa Helbig de la Calle Fuencarral y así hasta cubrir todas las novedades.
La Navidad es además una fiesta que muestra infinidad de tradiciones y simbolismos. El primer paso lo dimos ya con la corona de Adviento con sus cuatro velones que significan cuatro realidades: 1ª los profetas, 2ª Belén, 3ª los pastores y 4ª los ángeles. Corrió también la voz de que a pesar de las posibles incertidumbres sanitarias de estas últimas semanas pasara lo que pasara las luces seguirían sin cambios.
Es bonito y oportuno recordar que el origen de las luces navideñas podemos encontrarlo en los Evangelios y en las palabras de Jesús que nos narran el Evangelio de San Juan: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida“. Es lógico que ante éste y otros muchos testimonios recordemos en torno al nacimiento de Cristo muchos episodios relacionados con las luces, como son la estrella de los Magos y el resplandor luminoso surgido después del anuncio del ángel en los campos de los pastores de Belén. No hay duda además de que la decoración esta pensada para los ciudadanos madrileños pero también para los turistas, por algo en el belén de la puerta de Alcalá se recuerda junto a una preciosa representación del Nacimiento que el paisaje de la luz es “patrimonio de la humanidad”.
Iluminación en Cibeles
Hay que romper también una lanza en favor del origen cristiano de árbol. El árbol cuajado de luces simboliza la luz del mundo que viene a nosotros en Navidad “para iluminar a los que yacen en tinieblas”. Sus adornos están cargados de símbolos. La estrella colocada en la punta del árbol representa la fe que debe guiar la vida del cristiano recordando la estrella de Belén, las bolas de colores simbolizan los dones de Dios a los hombres y los lazos representan la unión de la familia y de las personas queridas que en esta fiesta conmemorativa del nacimiento de Cristo se aprestan a dar y a recibir.
Al felicitar la Navidad a familiares y amigos recordemos las palabras que señalábamos al principio para que el espíritu de la navidad se conserve durante todo el año en nuestro corazón y llene la vida de todos de paz y esperanza.