EL COVID-19 CAMBIA EL RUMBO DE LA MODA
OPINIÓN, Mayo 2020Las famosas se apuntan a las mascarillas
Confección de batas en Mango
El rector de la Universidad de Castilla la Mancha, Miguel Ángel Collado, no daba crédito a sus ojos. Había llegado un donativo anónimo de un millón de euros para destinarlo a investigar y elaborar toda clase de material sanitario. La donante –solo se sabia que era una mujer y de un país extranjero- quería que se destinara a investigación y elaboración de toda clase de productos integrándose en el programa UCLM contra el COVID 19. El rector decía que en los 35 años que lleva en el cargo en este centro universitario no había recibido nunca un donativo espontaneo y anónimo de este calibre proveniente del extranjero y con una nota explicando el motivo de esta decisión: “Es por agradecimiento a España”.
Si acudimos a los pronósticos de los expertos, el panorama que se atisba como traca final de la pandemia se demuestra duro e incierto. Se ha publicado recientemente un informe sobre el sector de la moda en España, “Análisis del impacto de la crisis del COVID 19 de la consultora EY (Ernest Young)”, que afirma que el sector de la moda es uno de los más afectados por la paralización de la economía española con un tercio en la destrucción de los puestos de trabajo y la reducción de una cuarta parte del sector que podría llevar a una caída del volumen de ingresos del 35 al 40 % durante este año con el consiguiente hundimiento en las ventas, reajuste de plantillas y cambios de estructuras en las empresas. La ACME -Asociación de creadores de la moda de España- alerta también de que la cadena de la industria textil podría sufrir una pérdida de 360 millones entre abril y junio.
Ante este panorama hay la sensación unánime de que el sector de la moda va a cambiar como no lo había hecho en siglos anteriores. Pero también existe la sensación de que las ayudas, ideas y donativos –aunque no sean tan inesperados y tan insólitos como el de la agradecida señora extranjera- nos devuelven la ilusión arrebatada por los tremendos estragos del virus y de que si se dirigen las cosas con sentido común, individual y colectivo, y se aprovecha este sentimiento de solidaridad nacido en todos los puntos de España, podremos salir de una crisis más que previsible que afectará a empresas y consumidores.
Podríamos citar cientos de nombres y cifras de donativos notando que la mayoría prefieren aportar, además de dinero, ideas y soluciones para facilitar las cosas. Tenemos varios ejemplos diversos y recientes. Acaba de llegar a La Coruña las batas reutilizables confeccionadas por Zara, producto de un plan para fabricar batas de hospital con diseños reutilizables y con tejidos anti salpicaduras. La empresa L’Oreal está fabricando en la fábrica de productos capilares de Burgos 20.000 unidades diarias de geles desinfectantes. La firma de calzados Tod´s ha destinado un generoso donativo como ayuda a los familiares de los profesionales sanitarios fallecidos en su lucha contra el virus. Directivos de Inditex están asesorando al gobierno de la Xunta de Galicia en el equipo de expertos nombrado por el presidente Núñez Feijoo para capitanear la repercusión económica tras la crisis. Las ideas y compromisos afloran por todas partes…
Mascarillas de Inditex
La mascarilla, complemento de moda
Priorizar la investigación
EL COVID-19 CAMBIA EL RUMBO DE LA MODA
Sin duda las empresas sufrirán una transformación indispensable que les ayudará a tomar mejores decisiones. Algunos cambios en el sector se ven venir ya. Se especula que pronto no valdrá el modelo de crear colecciones por temporada, las ferias profesionales con los procedimientos digitales ahorrarán tiempo y dinero y crecerá la conciencia de que la industria de la moda no puede infravalorar estos medios. En general tendrán que ofrecer una moda que se inspire en las costumbres y en el estilo de vida, con fotos y escenarios cada vez más creativos, con descuentos, envíos rápidos y operaciones más populares.
Todo esto deberá ir respaldado por el consumidor, que tendrá que modificar también sus hábitos de compras. Tendrá que adaptarse a la casi segura eliminación de temporada y también a la creciente llegada de prendas atemporales de aires minimalistas y líneas sencillas y duraderas atendiendo más a la calidad que a la cantidad. La moda no debe ser un producto de usar y tirar sino tender a mejores niveles de duración y eficacia.
La pandemia, si algo tiene de positivo, es que ha sido un parón válido para la reflexión. Además de los medios que deberán tomar las empresas, los consumidores tienen que mirar a sus armarios para darse cuenta de que en muchos casos no necesitan tanta ropa como almacenan y tomar conciencia además de que la moda es el segundo producto contaminante y los residuos del mundo textil casi nunca se reciclan.
Las pasarelas virtuales
Cambios en el sector de la moda
El virus golpea al sector
Esta actitud golpea al consumo mundial de ropa que alcanza los 62 millones de toneladas al año y si no se pone remedio seguirá creciendo… La Presidenta de AMSE declaraba recientemente: “Es muy difícil convencer al consumidor. El mercado de la moda es atractivo y la gente quiere lo nuevo para definir su identidad. Es algo emocional y las empresas juegan con ello. Se trata de una cuestión de educación”.
Se ha comentado mucho que esta pandemia puede suponer un cambio social importante, pero los cambios globales empiezan por los cambios individuales. El Dúo Dinámico ha cedido a Madrid su canción Resistiré como himno contra el Covid-19 pero se trata de algo más. Las pandemias y las crisis son un toque de atención que cada uno debe plantearse a través de su libertad personal. El mundo global exige decantarse por las soluciones amplias y con altura de miras. España ha dado un ejemplo de solidaridad y ayudas ante las dificultades propias y ajenas. Y esto no es solo para el tiempo de crisis y pandemias. Lo ideal sería conseguirlo como una conquista que cambie los hábitos solidarios, productivos y consumistas y arrincone los modelos egoístas de la sociedad.