LA "HERMOSA TARDE" DE ELIO BERHANYER
OPINIÓN, Febrero 2019Elio Berhanyer con Josefina Figueras
Con Roberto Torretta y Juanjo Oliva
El mundo de la moda ha vivido en estos últimos días una gran conmoción: la desaparición de Elio Berhanyer, a los 89 años de edad, que supone el final del último eslabón de la época dorada de la moda española, de una Alta Costura que él prestigió y representó al más alto nivel internacional. Por su capilla ardiente, instalada en el Museo del Traje, han pasado las figuras más representativas de la vida social y cultural de Madrid, la ciudad en la que habían discurrido todos los avatares de su larga trayectoria profesional.
Recuerdo mi descubrimiento de Elio Berhanyer en los años 60, cuando yo era entonces una estudiante de periodismo pero que sentía ya mis preferencias por el tema de la moda. Vi por primera vez sus colecciones en su casa de la calle de Ayala y me causó una profunda impresión su estilo arquitectónico, sus contrastes bicolor, su línea depurada y perfecta, contrastada entonces por unos sombreros fabulosos y barrocos llenos de flores y plumas.
Elio fue pronto noticia por sus colecciones siempre novedosas, muy personales y reconocibles a primera vista, por sus premios, y también porque penetró muy pronto en los circuitos más exigentes de la moda internacional. Su larga lista de premios y reconocimientos empezó en los años 60 con el “Premio al mejor diseñador del año” por la Casa Cadillac de Estados Unidos que culminaría después con los recibidos en España en estos últimos años, algunos de tanta categoría como “ La medalla de Oro de las Bellas Artes” en el año 2002 y el Premio Nacional de Diseño en el 2011.
En mis entrevistas con Elio Berhanyer para la prensa tuve ocasión de comprobar no solo su categoría profesional, sino también su tono humano, su carácter entrañable y su disposición de colaborar siempre con el mundo de la cultura. Fue Elio quien presentó mi primer libro “La moda: sus secretos y su poder”, y me animaron mucho sus palabras: “Me ha gustado tanto -me dijo- que lo he leído todo de un tirón”. Además, cuando le he pedido colaboración para conferencias o mesas redondas y otras múltiples actividades de la asociación “Moda, Universidad y Empresa” nunca he recibido un no. Siempre hemos podido contar con su entusiasta y decidida colaboración.
Un rato de charla con Elio
En el homenaje en el Museo del Traje
Junto a sus diseños en el Museo del Traje
LA "HERMOSA TARDE" DE ELIO BERHANYER
Recuerdo su empeño en que la moda fuera considerada el Octavo Arte, que me explicó así: “Las artes eran seis y el cine pasó a ocupar el séptimo lugar. La moda puede ser el octavo. En el MOMA de nueva York hay grandes esculturas y grandes cuadros pero está la moda también. No todos los trajes son arte ni todos los pintores pueden estar en el Museo del Prado, pero un traje es arte cuando hace 50 años era bello y sigue siéndolo ahora y puede seguir siéndolo dentro de 100. Si las siguientes generaciones siguen opinando que es bello entra ya en la categoría de arte”.
Me admiraba su profundo amor a España, esa patria que nunca quiso abandonar a pesar de las tentadoras propuestas que le hicieron desde fuera, y sentía también un gran afecto por su tierra andaluza que marcaba muchos aspectos de su trabajo. Hablando del colorido vibrante de sus modelos me dijo en una ocasión que el único color que no le gustaba era el granate, pero explicaba así la fascinación especial que sentía por sus frecuentes contrastes en blanco y negro: “Soy andaluz y mi Andalucía es en blanco y negro; las tapadas de Vejer, los pueblos blancos encalados, las viejas vestidas de negro. Claro que la Andalucía que triunfa en todas partes es la de los colorines, pero yo soy cordobés y Córdoba es una parte de Andalucía con unas características muy especiales. El cordobés es serio, introvertido…”.
Elio Berhanyer no ha sentido la injusticia que sufren muchos personajes importantes de ser solo ensalzados después de su muerte. Durante su vida, a pesar de todos los avatares y momentos difíciles, ha recibido muchos reconocimientos y homenajes por su puesto excepcional dentro de la moda española. Uno de sus hijos aludía a esta circunstancia en estos días posteriores a su muerte y se sentía orgulloso de que su padre hubiera tenido este reconocimiento en vida.
Homenaje de Asmoda en el Museo del Traje
Con los participantes en el homenaje
Homenaje a Elio organizado por Asmoda
Entre todos estos homenajes guardó un entrañable recuerdo del que le dedicamos en la Asociación Moda Universidad y Empresa para festejar el número 100 de nuestra revista ASMODA. Pensamos en destacar al personaje que pudiera representar con mayores garantías a la moda española y pronto lo tuvimos claro: Elio Berhanyer.
Nuestro “Encuentro homenaje” al diseñador contó con la ayuda entusiasta del Museo del Traje y con personajes de la vida española que habían tenido relación personal con Elio. Un concierto de piano gestionado por Enrique Loewe, conocedor por su amistad de los gustos de Elio, abrió la sesión en la que intervinieron entre otros la directora del Museo, Helena López del Hierro, Modesto Lomba, Presidente de ACME, el diseñador Ion Fiz, clientas como Pilar Gonzalez de Gregorio, María Zurita... Una exposición de piezas de los 200 que guarda el Museo del Traje recibieron a los visitantes que llenaron hasta los topes el gran salón de actos.
Elio, un hombre lleno de genio y de sensibilidad, mostró su gran satisfacción por este acto que el llamaba “su más hermosa tarde”. Así me lo hizo constar con el ramo de rosas rojas que me hizo llegar con su agradecimiento como Presidenta de la Asociación Moda, Universidad y Empresa. En su tarjeta decía así: “Querida amiga Josefina, profundamente agradecido por el regalo de esa hermosa tarde”.
Al final del acto de su homenaje, muy emocionado, quiso agradecer su presencia a todos los asistentes. “Cuando me preguntan qué he sacado de la vida –dijo- siempre contesto: he sacado amor. Para mí lo más importante es el amor de la gente porque he tenido una infancia atroz de soledad y de hambre y me encanta que la gente me salude por las calles. No por admiración sino por amor y sé que mucha gente me quiere y esto para mí es lo más importante, por eso esta ha sido “una de las tardes más hermosas de mi vida”.