¡FELICES REBAJAS!
OPINIÓN, Enero 2019
Llegan las rebajas

Los grandes descuentos de temporada
Cuando terminan las fiestas en pleno mes de enero, nos queda otro “festival” mucho más prosaico pero que tiene muchos adeptos incondicionales: las Rebajas. Tradicionalmente hemos aceptado que hay dos momentos clave: las rebajas de invierno que se sitúan en enero, y las de verano en el mes de julio, pero a estas dos épocas incuestionables se han ido añadiendo otras que reclaman también su sitio. Al éxito del Black Friday se suman otro anuncios como los días de oro, la semana grande, los días fantásticos y mil ideas más aunque ninguna logra empañar el lustre de las rebajas por derecho propio como son las de enero a las que ahora nos enfrentamos.
Ante las rebajas nos encontramos con dos tipos de personas, las que planifican sus compras y las que se dejan llevar de los impulsos y se lanzan ciegamente en busca de chollos. En cualquier caso hay que procurar evitar algunos errores habituales como son comprar más de lo que se necesita, pasarnos con los gastos y convertir esta época en un despilfarro en vez de darles un sentido práctico y positivo como es hacerse con productos de mayor calidad que en otras épocas serían inaccesibles, siempre con la línea roja de un presupuesto avalado por una buena información previa.
No es ningún secreto que las rebajas tienen gente a favor y gente en contra. Hay a quienes les aterroriza esta época y otros a quienes les encanta y entre estos últimos se encuentran los que forman parte de una adicción llamada “compradores compulsivos”, entre los cuales nueve de cada diez son mujeres y la ropa y todo lo relacionado con la moda es su principal objeto de deseo. En Estados Unidos definen la compra compulsiva o “shop-alcoholic” como “el arte de comprar lo que no se necesita con el dinero que no se tiene”. Una definición bastante acertada.

Comprar con cabeza

Las inevitables aglomeraciones

Y llega la factura de las rebajas...
¡FELICES REBAJAS!
¿Qué personas son las más predispuestas a convertirse en compradores compulsivos o a desplegar toda su vena derrochadora cuando la ocasión se presenta fácil como son las Rebajas? Los psicólogos identifican dos factores de predisposición, el primero que las familias tengan un sistema de valores materialista con tendencia a consentir los caprichos de sus hijos que los hacen más vulnerables a estas anomalías.
Otro factor se da cuando las compras incontroladas son una verdadera adicción y tiene que ver con la autoestima ya que se busca un efecto beneficioso en las compras olvidando que el bienestar será efímero y que cualquier dificultad personal debe solucionarse desde el interior. En este caso es fundamental revisar y rescatar los valores personales y dar prioridad al “ser” sobre el “tener”. Este enfoque genera una percepción más real de uno mismo y de las propias necesidades.

Las esperadas rebajas de invierno
Todo esto nos pone ante un término, hoy en desuso, pero muy interesante que es la “austeridad” y que el diccionario define como “la mortificación de los sentidos y de las pasiones” y que va en contra del consumismo exacerbado por un marketing en ocasiones excesivamente agresivo. Pero ¡cuidado! no va en contra de una forma de entender las compras sensatas y prudentes que dan a las rebajas su verdadero sentido, considerándolas como un impulso beneficioso para el consumo y el mercado laboral y un ahorro positivo a nivel personal y familiar.
¡Felices rebajas de enero! Lo serán si no perdemos de vista el control y las líneas rojas que nos acechan dentro de un ambiente materialista procurando, con optimismo y racionalidad, que el “tener” no avasalle al “ser” para encontrar el verdadero sentido de la vida.