UNA MODA QUE NO PASA
OPINIÓN, Abril 2015La colección de la controversia
Elton John
En el variopinto mundo de la moda surgen con frecuencia encendidos debates. Hemos visto discusiones sobre la anorexia, sobre las tallas, sobre algunas campañas publicitarias, sobre los plagios, etc. Pero el tema del debate que ha surgido hace unos días y que continúa en todo su apogeo es uno insólito en estos parámetros: LA FAMILIA. Sus promotores han sido los diseñadores italianos Doménico Dolce y Stefano Gabbana, autores de una moda barroca y colorista y cuyos diseños han aparecido con frecuencia en la alfombra roja y han contado con clientas como Madonna, Mónica Belluci, Britney Spears, Lady Gaga, y otras celebrities.
No es la primera vez que Dolce y Gabbana son objeto de controversias. Algunas de sus campañas habían sido calificadas de violencia contra la mujer, de agresividad, hasta de diseñar complementos “que podían recordar la etapa de la esclavitud y el colonialismo”. Pero esta última tiene un protagonista bien distinto: se han mostrado partidarios de la familia tradicional y han arremetido contra la adopción de niños por parte de las parejas gays y frente a los niños nacidos con técnicas de fecundación in vitro y otras similares. Sus opiniones fueron publicadas en una larga entrevista al semanario “Panorama”.
El preámbulo fue su reciente colección en la Semana de la Moda de Milán dedicada a la “mamma” italiana inspirada en los años 60 y que fue lucida por madres desfilando con sus hijos, todas ataviadas con elementos barrocos o folklóricos. Pero nadie se imaginaba lo que vendría después…
La guerra estalló con las irritadas declaraciones del cantante Elton John, que cuenta en su haber con un ‘matrimonio’ homosexual y dos hijos obtenidos por fecundación in vitro y que demostró un enfado mayúsculo con las opiniones vertidas por los diseñadores a favor de la familia tradicional. No contento con dedicarles algunos insultos llamándoles “antiguos” y “retrógrados” entre otras lindezas, lanzó una campaña de boicot contra la marca italiana que ha encendido las redes sociales. Algunos “famosos” la han secundado mostrando también una gran dosis de intolerancia ante las opiniones ajenas como la actriz y cantante Courtney Love que declaró: “Estoy reuniendo todas las cosas de Dolce & Gabbana porque quiero quemarlas”.
Courtney Love
Colección Primavera D&G
Colección Primavera D&G
UNA MODA QUE NO PASA
Los diseñadores han defendido sus opiniones y han expresado su asombro ante esta movilización declarando en “Il Corriere de la Sera” que “Elton John es un ignorante en el sentido de que ignora que hay formas de pensar diferentes a la suya igualmente dignas de respeto”. La suya quedó muy clara en la polémica entrevista de “Panorama”.
“Nosotros no hemos inventado la familia –decía Gabbana.- La ha convertido en un icono la Sagrada Familia. No es una cuestión religiosa o social, no hay vuelta de hoja: naces y hay un padre y una madre. O al menos debería ser así. Doménico Dolce apostillaba: “Soy siciliano y he crecido con un modelo de familia tradicional compuesto por padre, madre e hijos. Se me han transmitido los valores del amor y de la familia. He sido educado así pero esto no quiere decir que no tolere otras decisiones”.
Otras declaraciones de la entrevista han causado todavía mayor expectación. Descendiendo a un terreno más personal decía Doménico: “Soy gay, no puedo tener hijos. Creo que no podemos tener todo en la vida. La vida tiene su curso natural y hay cosas que no se deben cambiar. Y una de ellas es la familia”.
Dolce&Gabbana
Estas opiniones han tenido también apoyos en los medios y en las redes mucho más comedidas y sin necesidad de boicotear, montar campañas de descrédito o quemar los trajes en una pira. El senador Carlos Giovanni se ha mostrado a favor y el presidente de la Lombardía, Roberto Formigoni, las ha calificado de “declaraciones valientes”. Más asombroso ha sido todavía el apoyo de un grupo de hijos de parejas gays en el blog “Ask the bigot” con un animante “No os rindáis. Queremos alabar vuestro coraje”.
Quizás a los promotores del boicot en contra de Dolce y Gabbana habría que recordarles que la Declaración Universal de los derechos Humanos reconoce que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión y que este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones… La campaña contra Dolce y Gabbana es un ejemplo de intolerancia en la que se intenta impedir este derecho y que demuestra que todo el mundo está dispuesto a reclamarlo pero no todo el mundo está dispuesto a respetarlo en los demás.
“La familia no es una moda pasajera -opinan los diseñadores italianos-, en ella hay un sentido de presencia sobrenatural”. A pesar de las críticas recibidas, Dolce y Gabbana, acostumbrados a estar en el centro de los debates, no parece haberles afectado mucho y lo han tomado con filosofía y hasta con un cierto sentido del humor. Preguntados sobre si la polémica levantada tendría consecuencias sobre sus ventas bromeó Gabbana: “Quizás perdamos algún fan de Elton John, pero tal vez ganemos algunas mammas…”.