LA IMAGEN HABLA PRIMERO
OPINIÓN, Enero 2015
La reina con sus hijas

Anna Wintour
Se dice que “una imagen vale más que mil palabras”. Esta frase tiene en el terreno de la moda una permanente actualidad. Por algo el modo de vestir es una forma poderosa de expresión personal. La primera impresión dice mucho de nosotros mismos y puede ser definitiva a la hora de conseguir un contrato, iniciar una amistad o hasta apoyar las aspiraciones dentro del campo de la política. Como los extremos se tocan me he fijado recientemente en dos eventos que dan una idea de la repercusión que se da a la imagen personal: uno se centra en Estados Unidos y otro en Londres.
La colaboradora de un senador republicano, Elisabeth Lauten, se dirigía así a Sasha y Malia Obama, las hijas del Presidente de Estados Unidos:
-Queridas niñas: ya sé que estáis pasando por los años difíciles de la adolescencia, pero sois parte de la primera familia de nuestro país así que deberíais mostrar algo de clase. Al menos pretended que estar en la Casa Blanca os importa. Vestid como si merecieseis un respeto, no un hueco en una barra de un bar.
Se refería así a la imagen proyectada por las dos chicas durante la celebración de la ceremonia del “Indulto del pavo” que se celebra todos los años en la Casa Blanca en vísperas de la fiesta nacional de Acción de Gracias. En otros medios de comunicación se publicaron criticas parecidas que no partían únicamente de la oposición republicana sino de las mismas filas demócratas.

Sarah Jessica Parker

Las chicas Obama
LA IMAGEN HABLA PRIMERO
Aunque en la Casa Blanca ya están en cierto modo “curados de espanto” desde que vieron con horror aparecer a las hijas de Zapatero vestidas con su negrura gótica, los atuendos y el porte de las dos chicas Obama llamaron la atención. La mayor, Malia, llevaba una reducidísima minifalda de cuadros escoceses, un jersey gris que no le pegaba ni con cola y botines con suela de plástico, y la pequeña Sasha una gigantesca y desmañada chaqueta de punto blanca que terminaba a ras de un potente “muslamen”. No era la forma más política de realzar un acto protocolario seguido por la televisión por millones de personas.
Una segunda experiencia, esta vez en Londres, es la exposición “Women Fashion Power”, demostrando que había muchas mujeres que habían alcanzado el poder y que utilizaron la ropa como una herramienta muy eficaz que les ayudó a conquistarlo.
La alcaldesa de París, la española Anne Hidalgo, lo expresaba así durante la inauguración de la exposición:
-La ropa que lleva una mujer en el mundo de la política es el primer mensaje que recibe la gente antes incluso de que la oigan hablar.
Son las dos caras de la moneda. Quizás las niñas Obama todavía pueden aprender y lo que deberían hacer es dejarse aconsejar en cuanto a su atuendo, si no a lo más que podrán aspirar es a que las vean como “hijas de papá” aunque sea el papá más poderoso del mundo, pero poco podrán aportar por méritos propios.
Las mujeres importantes que figuran en la exposición y muchas otras fuera de ella, son una buena prueba del poder de la imagen y del vestido, desde nuestra impecable Reina Letizia, que cuida con tan buen gusto la imagen de sus hijas, a la potente directora del Vogue americano Anna Wintour o la actriz Sarah Jessica Parker.
Total, que en cualquier nivel de la sociedad se impone escoger y cuidar el look con tino. Hay que aprender a elegir y mirar lo que nos puede aportar la moda y para eso hace falta tiempo porque las compras por impulso suelen ser siempre fatídicas. Y poner en juego el sentido común para saber analizar los pros y los contras de cada ocasión teniendo muy claro que la imagen externa dice mucho de la imagen interna y que además puede revalorizar o arruinar el entorno en el que se mueve.
Y esto en la Casa Blanca y en cualquier lugar del mundo.