PEINAR CANAS

Con la edad la aparición de las canas es algo inevitable y, por norma general, nos teñimos para ocultarlas. Hay personas que las detestan porque es verdad que “hacen mayor”, pero cuando los tintes nos resecan y estropean el cabello, es el momento de pensar en dejarnos nuestro tono natural. De todos modos, hay que reconocer que es un tema para valientes porque la transición hasta llegar a lucir una melena blanca por completo se puede hacer estéticamente desagradable.

En los últimos años parece que lucir melenas blancas o grises se ha puesto de moda entre las celebrities, como ya vimos en Carolina de Mónaco o Jane Fonda entre otras. Un cabello gris plata o blanco luminoso puede llegar a ser muy atractivo pero el peligro es que el pelo amarillee. Las canas son más gruesas, menos flexibles y manejables. Normalmente comienzan a salir a partir de los 35-40 años, y antes a personas con el cabello claro, aunque obedece sobre todo a factores genéticos y sobre esto hay poco que hacer. Por lo demás, podemos cuidarlo y mantenerlo sano y joven el mayor tiempo posible. 

Hay que recordar que lucir una melena con canas requiere ciertos cuidados especiales para evitar que amarillee o se reseque. El pelo luce su color natural debido a los distintos tipos de melanina que contiene. Con el paso del tiempo, la producción de melanina va cayendo y como consecuencia el pelo se vuelve blanco. Lo más común es que no desaparezca del todo y por eso, podemos ver melenas blancas y grises o amarillas y blancas, casi nunca veremos una melena de color blanco al 100%. Los principales motivos por los que este tipo de cabellos tiende a amarillear son en su gran mayoría externos. 

El primer factor es la exposición a la luz del sol, ya que ésta oxida la melanina de color oscuro haciendo que pierda su color. Otra de las principales causas que favorece la aparición del color amarillo en el pelo blanco es el cloro del agua ya que altera la capa de lípidos presente en el pelo. Por último hay que mencionar los acondicionadores con siliconas, el calor excesivo de los secadores y las sustancias tóxicas presentes en el ambiente como el humo del tabaco o la contaminación. Así que poco podemos hacer, aunque algo sí. 

1) En primer lugar, usar champús especiales para cabello blanco y grises, que contengan un matizador violeta, para perfeccionar el tono blanco, neutralizar el amarilleo y aportar suavidad y brillo al hidratarlo. Hay algunos que actúan además sobre el crecimiento evitando la caída del cabello. 

2) Otro problema es el de la dermatitis capilar, y más si es seborreica, algo común por los cambios hormonales o por estrés. En este tema hay que consultar con el dermatólogo, pero hay champús que ejercen un efecto calmante sobre el cuero cabelludo ofreciendo una sensación de confort. 

3) El cabello largo con canas es síntoma de descuido, así que date un buen corte tipo carré o tipo bob, o en todo caso que no baje de los hombros. Y podrás lucir una melena atractiva y favorecedora… aunque peines canas.