LA PROTECCION SOLAR EMPIEZA EN 1, 2, 3 ¡YA!

Comenzamos a vislumbrar el buen tiempo, que los días se alargan y el sol calienta más. Por eso, después de estos meses de hibernación, no debemos olvidar que la piel necesita más protección solar. Los rayos solares son los responsables del 75% del envejecimiento cutáneo y de la aparición de manchas en rostro, escote o manos. Nos gusta mostrar un aspecto bronceado y el sol indudablemente aporta aspectos saludables que son necesarios para el organismo, pero el cambio climático que estamos padeciendo hacen aconsejable una protección más intensa.

Muchas de las bases hidratantes que usamos durante el año tienen algún factor solar, generalmente un 15 FPS. Pero a partir de estas fechas conviene reforzar esta protección aplicando una crema hidratante con un factor contra los rayos ultravioleta más elevado o bien directamente usando una crema solar especial para el cutis con un factor al menos del 30. Paulatinamente, conforme la primavera vaya adentrándose, habrá que elevar este índice de protección hasta alcanzar el 50 o el 60 SPF durante todo el verano. 

No es un tema sin importancia. Está comprobado que los elementos ambientales y, sobre todo, el sol aceleran el envejecimiento de la piel, y también está comprobado que la protección contra estos elementos retrasan considerablemente el envejecimiento prematuro. Con nuestra propia experiencia lo vemos: las personas que en los años 70 y 80 “se freían” al sol presentan en general una piel más ajada y con manchas. Si observamos el cutis de las orientales, que odian tomar el sol a causa de su delicadísima piel, ésta presenta incluso en edades avanzadas un aspecto más saludable y fresco. 

En el mercado tenemos multitud de productos para todo tipo de pieles, tanto de cosmética tradicional, como de cosmética natural o productos de farmacia. Lociones, cremas, fluidos, sprays, compactos o incluso cápsulas. Es preciso seleccionar la protección solar óptima según nuestra sensibilidad cutánea al sol y la intensidad de la radiación, que no es igual para todo el mundo ni en todos los puntos geográficos. Cada uno tenemos un fototipo de piel y un grado de tolerancia distinto hacia las agresiones externas del medioambiente, ya sea el sol, el viento, la nieve, etc. 

Cómo usar el protector solar 

Puedes usar el protector solar sobre la crema hidratante y bajo el maquillaje si éste no tiene filtro solar. Espera unos minutos entre cada producto para que penetre bien. Hazlo cada mañana después de limpiarte bien el rostro, y en poco tiempo observarás la diferencia y cómo mejora la textura de tu cutis. Las bases de maquillaje suelen tener también un índice de protección solar entre un 15 y un 30 SPF. Aprovéchalas y úsalas todos los días, no sólo en ocasiones especiales. 

También puedes usar los productos especializados que nos ahorran tiempo combinando todos estos factores en uno sin dejarnos una sensación pegajosa o de pesadez en la cara. Las llamadas BB o CC Cream aúnan estos y otros beneficios integrando ingredientes antioxidantes, efecto antiarrugas, luminosidad y unificación del tono de piel. Prestigiosas firmas farmacéuticas y cosméticas invierten en tecnología cada año para ofrecernos sofisticados e innovadores productos. Busca el que mejor se adapte a tus circunstancias y úsalo diariamente. 

Y no te olvides de las manos. Normalmente las tenemos siempre expuestas, así que te aconsejamos que uses una buena crema de manos que tenga también protección solar. Retrasarás las inevitables manchas por la edad que se acentúan siempre por la acción del sol.