VÍSTEME DESPACIO...
IMAGEN, Marzo 2016Zumos naturales
A la rica ensalada de frutas
"Vísteme despacio que tengo prisa". Este antiguo adagio conserva plena validez en estos días. Estamos viviendo una época saturada de estímulos externos, ruidos, tensión, prisa e impactos que nos impiden valorar las cosas y los acontecimientos por nosotros mismos. Sí, tanto estrés, tanta reunión, tanta presentación, tanto almuerzo fuera de casa… Necesitamos reencontrarnos, rodearnos de nuestra gente, de lo que nos da fuerzas. Empezamos una época que nos viene fenomenal para parar, para meditar, para ser nosotros mismos y para cuidarnos por dentro y por fuera.
Cuando pensamos en la palabra “ayuno” la mayoría de las veces nos crea una gran ansiedad. Pero realmente el ayuno consiste en no alimentarse de lo que no nos hace mejores, simplemente. No se trata de comida, sino de cualquier actitud o acción que hace que nuestro corazón muera un poco más.
Te propongo un programa de cuidado para un fin de semana. Desconecta interiormente de tus problemas y preocupaciones. Concentra tu ilusión en estos días durante los cuales "te pondrás las pilas" y te cargarás de energía positiva. Libérate del exceso de excitaciones que dominan tu actividad cotidiana; disfruta, para variar, de plena calma y de un cierto aislamiento:
-Ayuna un poco de televisión, sobre todo de telebasura y habla más con tu familia, con las personas que te rodean. -Ayuna de las quejas sobre la comida, el tiempo, la gente, el trabajo… -Ayuna de fantasías y sueños imposibles y valora lo que tienes delante. -Revisa al acostarte las malas palabras que sobraban en tu día, y no las repitas mañana.
Una dieta ligera
Yogur natural
Relájate
VÍSTEME DESPACIO...
Fin de semana: rito detox
En una rutina alimentaria detox –desintoxicar, purificar- podemos incluir productos como las naranjas, las uvas, la piña, el aceite de oliva, el hinojo, las espinacas, los puerros, la remolacha, las zanahorias o el apio.
Para llevar a cabo una dieta detox durante el fin de semana, podemos repetir el siguiente menú durante los dos días consecutivos: en el desayuno un café o un té sin edulcorar, un zumo de naranja o de limón con agua tibia y una ensalada de fruta fresca; en la media mañana un té verde o un yogur desnatado; en la comida arroz blanco con tomate o ensalada mixta de vegetales, pescado blanco hervido y piña; en la merienda una fruta; en la cena un caldo natural o un puré de verduras y una ensalada mixta de frutas.
Fruta y más fruta
Descanso
De esta forma, obtenemos una dieta hipocalórica y muy ligera que, además, resulta muy llevadera debido a la gran cantidad de opciones que encontramos entre todas las comidas. Hay que tener en cuenta que es un régimen específico que no debe superar, en ningún caso, las dos jornadas de duración, de lo contrario nos exponemos a terminar desequilibrando los nutrientes que ingerimos.
El baño de belleza
No nos olvidemos de nuestra piel. Encuentra el momento para un baño de belleza con sal gorda (un drenante poderoso), con aceites corporales, guante de crin y toalla grande. Crea una atmósfera relajante mediante música de fondo tranquila, velas y varillas de incienso para perfumar el ambiente. Deja correr el agua, incorpora los productos para el baño y métete en la bañera.
Mientras te encuentras en el interior de la misma puedes aprovechar para aplicarte una mascarilla facial de yogurt. No prolongues demasiado el baño aunque te sientas realmente bien (max. 20 min.) de lo contrario la circulación se resentiría y la piel de las manos se arrugaría.
A continuación aplícate una mascarilla capilar con aceite de argán. Descansa, respira despacio y deja que tu fin de semana finalice con la conciencia de haber hecho a tu mente y a tu cuerpo un bien que no tiene precio.
Y ahora… ¿cómo te sientes?