DIANE VON FURSTENBERG, UNIÓN ENTRE LO HIPPY Y LO ÉTNICO

La propuesta de la diseñadora estadounidense se basa en unas líneas coloristas y vaporosas con reminiscencias étnicas y hippy, ultrafemenina. Su declaración de intenciones quedó plenamente expuesta al decorar la pasarela con una portada egipcia: la inspiración del antiguo Egipto se plasmó en túnicas y drapeados.

Diane Von Furstenberg, creadora del vestido cruzado -wrap dress-, en los años 70 presentó su colección veraniega en Nueva York, con energía y buen gusto.

Su alternativa se centra en vaporosos vestidos de espíritu hippie y aventurero, que emulan los colores del antiguo Egipto, los rojizos crepúsculos, el desierto y las grandes culturas ancestrales. Para ello, utiliza drapeados en oro, aplicaciones microflorales y de abalorios en cascada y estampados animales, originalmente distribuidos en las prendas a modo de brochazos.

Las cinturas de Von Furstenberg se ven ceñidas por cíngulos de cuero con hebillas tipo gladiador, que ponen el contrapunto a la amplitud de mangas y faldas o pantalones. Estos son pesqueros y con corte baggy, ajustados abajo y más anchos en caderas. Los combina con camisas-chaquetas, chales, chalecos y chaquetas amplias con flecos. Túnicas largas. Profusas aplicaciones de abalorios de colores, muy africano, y de monedas doradas y cadenas.

Los tejidos que emplea la diseñadora son fundamentalmente la gasa, la seda y el satén, con una atrevida mezcla de texturas, colores y estampados tigre y florales. Los tonos: el amarillo, principalmente, y también el malva, naranja, rojizos, turquesa, beige, verde y toques de negro.

Como complementos, maxibolsos blandos con aplicaciones metálicas, mucho dorado en los cinturones y brazaletes de plástico duro en colores flúor. El cabello suelto se adorna con la máxima tendencia de la temporada: flores, mariposas y finas diademas de plumas. En conjunto, una secuencia de prendas bonitas y favorecedoras muy veraniegas.