LA PIEL QUE QUIERES

Ya en plena rutina de curso, no hay nada mejor para la piel que incorporar unas prácticas de belleza diarias que no nos ocuparán demasiado tiempo y que la mostrarán fresca, sana y luminosa independientemente de nuestra edad. Es importante saber qué tipo de piel tenemos (seca, sensible, mixta o grasa) para conocer qué productos debemos usar y cuáles no.

La limpieza diaria del cutis, tanto por la mañana como por la noche, es de obligado cumplimiento. Hay quien por pereza o cansancio se va a la cama sin desmaquillar y quien se lava la cara con agua y jabón. Ambas practicas son un despropósito. Todos los días hay que usar al levantarnos y antes de acostarnos productos de limpieza suaves según nuestro tipo de piel, y además, una limpieza en profundidad al menos una vez al mes.

A DIARIO 

Por la noche es cuando tenemos la piel más sucia por el maquillaje o por los agentes externos (polución, calefacciones, etc). Es crucial no acostarnos nunca sin limpiar bien el rostro. Lo hacemos habitualmente con un desmaquillador de ojos y labios, una loción limpiadora, un tónico y, por último, aplicamos un serum, dejamos pasar unos minutos, y la crema nutritiva. 

Pero por la mañana también es importante limpiar. Basta con aplicar la loción limpiadora y agua fría para descongestionar. También hay quien usa toallitas desmaquillantes o un poco de agua micelar en un algodón por las mañanas para que arrastre todas las impurezas acumuladas durante la noche, incluido el sudor. Después la piel estará lista para recibir una buena hidratante. 

Siempre debemos conocer qué tipo de piel tenemos para usar los productos adecuados y si no lo sabemos preguntar a un dermatólogo o a un profesional de belleza. Aunque hace unos años era algo muy común, y aún se usa a veces, desaconsejamos usar productos exfoliantes que a la larga araña y perjudica más que beneficia la fina piel del rostro, aunque tampoco es descabellado usarlos cada seis meses, es decir no muy a menudo.

LA LIMPIEZA MENSUAL 

Lo mejor es ir periódicamente a un salón de belleza a que nos hagan una buena limpieza de cutis. Pero la podemos también realizar en casa al menos una vez al mes de forma sencilla. Lo importante es disponer de 1 hora para nosotras solas, sin que nadie nos pueda molestar. Este es el paso a paso:  

1) Comenzar aplicando la loción limpiadora o el desmaquillante de ojos si los tuviéramos pintados. Aclarar con agua fresca. 

2) Abrir poros aplicando un poco de vapor de agua. Se puede hacer hirviendo agua y echando unas hierbas de tomillo o eucalipto. Colocar una toalla sobre la cabeza y respirar esos vahos. No sólo será bueno para el rostro (evitando sensación de quemarse) sino también para nuestros pulmones. Con 5 minutos será suficiente. 

3) Secar sin arrastrar con una toalla y eliminar puntos negros con los dedos enfundados en pañuelos de papel. Ahora será más fácil al estar la piel húmeda y los poros abiertos. 

4) Aplicar una mascarilla hidratante o purificante según nuestro tipo de piel, evitando la zona de los ojos. Mantenerla en el rostro 10 minutos mientras nos tumbamos y escuchamos música relajante. 

5) Eliminar por completo la mascarilla, y para asegurar que no quedan restos aplicar tónico con un algodón o pulverizar con agua termal. 

6) Extender el contorno de ojos a toquecitos y la crema hidratante (con factor de protección solar, si es por la mañana) o la crema de noche. Nuestra piel estará relajada y fresca.