CUIDA TU IMAGEN EN LAS REDES SOCIALES
IMAGEN, Febrero 2022Redes sociales
Cuidado con lo que se publica
Nuestra colaboradora, Margarita Diosdado, ha sido víctima de un robo y de un chantaje en su cuenta principal de Instagram, con más de 15.000 seguidores. Ella nos cuenta lo que le ha pasado y nos da unos consejos para evitar que nos ocurra y para proteger nuestras cuentas, nuestra imagen y nuestra intimidad y la de nuestra familia frente a hackers y piratas informáticos. Su nueva cuenta es @margaritadiosdadomoda.
Hace tiempo leí en un libro que existían varios yo: el yo que soy realmente, la imagen del yo que tengo en mi cabeza sobre mí, la imagen del yo que tienen los demás sobre mí y ahora mismo podríamos añadir la imagen del yo que damos en nuestras redes sociales. Dicen que nadie es tan guapo como la foto de su perfil de Instagram ni tan feo como en la foto de su DNI. Y es solo una forma graciosa de comprender que lo que proyectamos de nosotros muchas veces dista mucho de la realidad. Todo esto no tendría la menor importancia si no fuera por esa generación que ha nacido imbuida ya en las redes sociales y piensa que esta ciber-realidad es más real que la que tú y yo sabemos que es.
Toda comunicación conlleva un fin muy concreto, desde el llanto de un niño que intenta llamar la atención de su madre porque necesita alimentarse, hasta la foto fabulosa de Tamara Falcó con unos pendientes que le han pagado para que promocione y tú los compres. Incluso las personas que piensan que no utilizan Instagram con ningún otro fin más que el entretenimiento no son conscientes de los mensajes que lanzan: mira qué belleza tengo, mira qué guapos son mis hijos, mira qué feliz soy… La mayoría de nuestros mensajes buscan la supervivencia ya sea para comer o para ser aceptados, cuando todos sabemos que la pura realidad es que las personas más felices del mundo no lo suelen ir pregonando a los cuatro vientos.
Pero todo esto no tendría mucha importancia si no fuera porque siempre hay personas maquiavélicas que intentan utilizar todas estas debilidades para sacar provecho -legal o fraudulentamente-. Hace poco en el colegio de mis hijos acudieron unos policías para explicarle a los niños de 9 años el peligro de exponerse en los medios, en las redes, de chatear con gente desconocida… Lo cual me parece no solo correcto sino necesario. Pero ¿acaso los padres de estos niños de 9 años les han permitido tener acceso a redes sociales, a YouTube, videojuegos online, etc.? La respuesta tristemente es sí. Otros esperan a que los hijos tengan 14 o 15 años creyendo que a esa edad están más preparados ante potenciales peligros, lo que se ataja controlando nosotros mismos el uso de esos dispositivos.
Margarita posando
Foto para Instagram
Estilismo y moda
CUIDA TU IMAGEN EN LAS REDES SOCIALES
Tampoco somos conscientes de la cantidad de información que nosotros volcamos en nuestro perfil de las redes y en las mismas fotos donde tal vez etiquetamos una ubicación o ponemos de fondo una localización perfectamente reconocible, tal vez una foto de un hijo con el uniforme del colegio, con el escudo del mismo, tal vez mostramos una casa o un coche de lujo… Y todo esto no es más que un reclamo para los ladrones y maleantes. Les estás mostrando dónde estás, con qué te pueden amenazar, qué es todo lo que pueden robarte… Y más aún, si una persona utiliza la redes sociales con fines económicos, y promociona su negocio a través de estas redes tal vez ha metido su tarjeta de crédito, lo cual es ventajoso para el que roba dicha cuenta. Esto ya no solo es tu imagen sino que es mucho más, es parte de ti, tu intimidad, tu trabajo, tu dinero, tu vida personal… Todo eso puede ser robado en tan solo cinco minutos.
He querido que el tema se esta sección sea advertir de esos peligros porque yo misma he sido víctima de un hacker que me robó mi cuenta de Instagram @margaritadiosdado, con 15.000 seguidores, y me chantajeaba con que si no le pagaba cerca de 1.000 euros no me la devolvería. Obviamente, no le he pagado ni un euro, he tomado medidas legales y no sé si surtirán efecto pero a día de hoy el resultado es que mi trabajo de dos años ha desaparecido, que fotos que adoraba y había volcado en la red también han desaparecido porque yo no las guardé pensando que estarían siempre ahí para la posteridad, y menos mal que yo no usaba promociones pagadas para mis cuentas en redes sociales porque si no seguramente también habría un desfalco económico. Os diría que lo que más rabia me da es la cantidad de horas perdidas grabando videos, colgando fotos, contestando a cada uno de mis seguidores con todo el cariño para que sepan que a mí me gusta tanto leerles como a ellos escribirme.
La conclusión no es tener miedo a compartir lo que os apetezca sino que tengáis muchísimo pudor, muchísimo cuidado con las claves, y muchísima delicadeza con lo que compartís ya que está tan abierto al público que “los malos”, como dicen mis hijos, están ahí al acecho. Sí, también los pederastas, los violadores, los ladrones, los estafadores, por supuesto muchísimas personas bondadosas que van a apoyarte y sentirse inspirados con todo lo que escribas pero los otros, LOS MALOS con mayúsculas, también. Por eso, si tienes una página con un fin económico y profesional te recomiendo que no mezcles nada en absoluto lo personal, y si tienes un perfil sólo personal te recomiendo que lo hagas privado y no aceptes a nadie que no sepas quién es.
Ahora mi pregunta cada vez que voy a colgar algo en mi nuevo perfil es: sé a ciencia cierta que ese estafador sigue leyendo mis mensajes, sigue viendo las fotos que cuelgo… ¿Estás segura de que quieres colgar esto? ¿Qué información le estás dando? ¿Cuánto de ti estás mostrando? ¿Cuánto de tus hijos? Además, cambia las claves cada semana, hazlas aleatorias para que no puedan sacarlas probando, pon doble o triple comprobación y duda, siempre duda de todos. Así de triste.
Mientras tanto sigo en la red social a través de otra cuenta pequeñita que tenía: @margaritadiosdadomoda donde podéis ver el vídeo donde cuento más detalles del robo y mi frustración.