ROMÁNTICA BODA EN LOS JARDINES DE LIRIA

Las inevitables restricciones de la situación sanitaria actual no restaron categoría a la boda de Carlos Fitz-James Stuart, Conde de Osorno e hijo del Duque de Alba, y Belén Corsini. Fue una boda diferente, menos convencional y protocolaria pero con un tono más primaveral y romántico. El día soleado contribuyó a resaltar la decoración de los jardines del Palacio de Liria que acogió a los casi 200 invitados que asistieron a la boda y que tenía un aire vegetal espléndido con flores silvestres de diversos colores, como las que rodearon el altar donde se celebró la boda presidido por una imagen de la Virgen. 

La ceremonia se inició a las doce del mediodía del 22 de mayo. La novia llegó del brazo de su padre, Juan Carlos Corsini. Su vestido era un motivo de gran expectación por el hermetismo en el que habían transcurrido detalles de la boda en general. Era un diseño de Cristina Martínez Grande-Covián, fundadora de la firma Navascués, de corte imperio en georgette de seda natural con doble falda, mangas abullonadas y cola independiente de plumetti bordado. El novio llegó del brazo de su madre, Matilde Solís, y lució el uniforme de gala de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Ofició la ceremonia el sacerdote sevillano Ignacio Sánchez Dalp que ha bendecido las últimas bodas celebradas en la Casa de Alba en estos últimos años. 

Los trajes de las invitadas fueron los temas más asequibles y al alcance de los informadores y fotógrafos desde el principio. Como nota de actualidad, podríamos destacar el uso de las mascarillas integradas en la ceremonia como un verdadero elemento de moda a juego con los vestidos. En general los modelos de las invitadas fueron muy elegantes con un aire primaveral a juego con el tiempo y el escenario de la boda. Destacamos algunos de los más celebrados. 

Sofia Palazuelo, Duquesa de Huéscar, llevó un modelo del diseñador holandés Jan Taminiau (el favorito de la Reina Máxima) en georgette de seda color azul noche de largo midi, con capelina delantera y un cinturón fajín bordado a mano describiendo un paisaje. Alejandra Corsini, prima de la novia, lució un conjunto de pantalón y blusón estampado, muy a tono con el ambiente, con estampado de flores lila y azul. Inés Domecq, la diseñadora jerezana que  ha sido muy celebrada por el diseño del mono blanco con volantes que lució la Reina Letizia en Fitur, llevaba un vestido azul pastel muy pálido de largo midi con cuello ancho y cuadrado y el detalle peplum en la cintura, todo rematado con bieses azul marino. 

Los invitados pudieron disfrutar del magnífico tiempo durante el catering preparado por Ciboulette y los novios al final se hicieron muchas fotos por los jardines y por algunas estancias del palacio donde vive actualmente el Duque de Alba. El mismo hermetismo que rodeó a los preparativos de la boda parece que estará también en el recorrido del viaje de novios. Lo que sí ha trascendido es que lo retrasarían unos días para poder asistir al bautizo del hijo de los Duques de Huéscar  el dia 29 de este mismo mes.