MÁXIMA DE HOLANDA DESLUMBRA EN "EL DÍA DEL REY"

Una fiesta que los holandeses celebran todos los años con entusiasmo es el “Día del Rey”, el tercer martes de septiembre en La Haya. Una tradición que se remonta a 1814 con la que la gente expresa su cariño a la pareja real y se lanza a las calles para pasar una jornada emocionante y divertida. 

Una vez más la Reina Máxima ha deslumbrado con su look y su perfecta elegancia. Lució un vestido largo color granate de crep acompañado de una capa bordada con abalorios, un sombrero casquete del mismo color con un lazo de terciopelo, guantes granate y una cartera a juego con la capa. Llevaba también unas joyas espectaculares: dos pulseras de brillantes y un broche de rubíes prendido en la cintura. Había confiado su look a su modisto de cabecera, Jan Taminiau, y éste acertó una vez más. La gente se fijó también en el cambio de look –por el peinado- del monarca y la opinión general fue que estaba muy favorecido. 

La jornada empezó con un discurso del Rey en la Sala de los Caballeros del edificio principal del Binnenhof de La Haya y a continuación Guillermo y Máxima recorrieron las calles centrales de La Haya con el carruaje de cristal reservado para acontecimientos importantes. Les acompañaron el hermano del rey, Constantino y su cuñada Laurentien. 

El conjunto que lució la reina fue muy comentado. Jan Taminiau, que ha abierto hace unos meses una tienda en Madrid, había diseñado ya su traje azul klein para la coronación y otro modelo para la celebración del 50 cumpleaños del monarca. En esta ocasión recordamos lo que dijo este diseñador holandés en la entrevista que publicamos en Asmoda: “Un sueño que tenía desde pequeño era vestir a una reina”. Y lo ha visto cumplido con creces.