UN VESTIDO ROJO EN LOS PREMIOS NACIONALES DE MODA

En medio de los preparativos de la Navidad que limitan los eventos dedicados a otros temas, se entregaron en el Museo del Traje los Premios Nacionales de Moda que otorga cada año el Ministerio de Industria, Comercio y Artesanía. Como en años anteriores presidió la entrega la Reina Letizia. 

Los premios honoríficos se otorgaron a dos firmas muy populares: Agatha Ruiz de la Prada y Camper. En el premio a Agatha, según explica el Ministerio, han tenido en cuenta su larga trayectoria y sobre todo su capacidad de sorprender, su manejo original del color y en definitiva la creación de un universo propio que ha calado en los más amplios sectores de la moda. Camper se ha destacado como la empresa referencia nacional en el sector del calzado fundada en 1877 por el mallorquín Antonio de Fluxá, que cuenta con 400 tiendas en 40 países. Está considerada como una firma que conjuga de maravilla la modernidad con la tradición. La firma Oteyza recibió el suyo en calidad a su emprendimiento e innovación. 

Otro de los premios más populares de esta edición ha sido el otorgado a Leonor Pérez Pita (conocida también como Cuca Solana), por su promoción y acertada dirección en la industria de la moda española ya que ha pilotado durante 30 años la Pasarela Cibeles, hoy llamada Mercedes Benz Fashion Week Madrid, y continúa actualmente como vinculada a esta organización como presidenta del Comité de Moda. Se han distribuido también otros premios a destacadas empresas valorando sobre todo la contribución de la moda a la economía del país. 

Pero esta vez ha destacado además el protagonismo de un vestido rojo vintage que lució la Reina Letizia para presidir este acto. Sí, ya sabemos la predilección manifiesta de la Reina por este color pero se trataba ahora de algo muy especial que se ha interpretado como una prueba más de las buenas relaciones entre dos destacados miembros de la familia real. El vestido de corte lady con cuello alto, mangas ligeramente abullonadas y falda plisada de seda, perteneció a la Reina Sofía que lo lució en una audiencia celebrada en el Palacio de la zarzuela en el año 1982. 

Parece que este año los premios han contado con un valor añadido. Una apuesta más por la paz familiar en una época tan propicia como es la Navidad.