PIEL LIMPIA: ¡PIEL LUMINOSA!
IMAGEN, Noviembre 2015Gozar de una piel luminosa y joven durante muchos años es uno de nuestros deseos de belleza más intensos. No sólo es cuestión de una buena genética, también depende de ti. Eso se consigue con unos hábitos externos –hoy no vamos a hablar de la dieta, rica en frutas y verduras, que tanto influye en el estado de la piel- sino en algo que no debemos olvidar nunca: la limpieza diaria.
Incluso para personas que nunca se maquillan, es necesario limpiar el cutis diariamente. Convertirlo en rutina placentera no es nada difícil porque la recompensa estará a la vista en pocos días.
Diariamente
Cuando nos levantamos por la mañana, lo primero que tenemos que hacer es realizar una limpieza a conciencia del rostro. Lo más rápido es usar toallitas desmaquillantes que eliminan el exceso de sebo que, sobre todo en la zona T del cutis, se acumula durante el sueño. Pasar la toallita con suavidad y después echarnos abundante agua fría para terminar de despejarnos.
PIEL LIMPIA: ¡PIEL LUMINOSA!
Un truco que hacen muchas famosas es lavarse la cara con agua muy fría (caliente jamás) de modo que hinchazones y bolsas en los ojos desaparecen como por encanto. Secar sin frotar y ya estamos listas para usar nuestra crema hidratante habitual con movimientos circulares. Esperar un poco a que la absorba la piel antes de proceder al maquillaje y al color.
¿Y por la noche? Con mucha más razón, nunca nos debemos acostar sin desmaquillarnos a conciencia por muy cansadas que estemos. Hay que eliminar del todo el maquillaje y las impurezas acumuladas lo largo del día. Es una verdadera locura irnos a la cama sin quitar la máscara de los ojos, ya que se nos pueden quebrar las pestañas al apretarlas contra la almohada. Igualmente el maquillaje nos obstruirá los poros de la piel y los productos químicos de las sombras, etc, además de que nos pueden entrar en los ojos, harán un batiburrillo con el sudor o la grasa. La dermis no respira, le cuesta mucho más regenerarse y se torna poco a poco grisácea, sin luz e, incluso, con barrillos.
Hay muchos tipos de productos desmaquillantes: lociones, agua micelar, leches limpiadoras o incluso jabones suaves purificantes. Ahí, para gustos los colores. Pero lo verdaderamente importante es realizar esa limpieza. Usa discos de algodón –que sean de algodón cien por cien, nunca sintéticos- para aplicar el producto limpiador y comienza siempre por los ojos, la boca y luego ya por el resto del rostro. No te olvides del cuello.
Tras la limpieza, aplicamos una nube de agua termal o el tónico para calmar la piel y equilibrar su Ph. Y ya está preparada para recibir la crema de noche, que debe ser más nutritiva que la de día, ya que la piel se regenera con más fuerza durante el periodo de sueño.
Dos veces al mes
Además de la limpieza diaria mañana y noche, conviene que usemos una buena mascarilla hidratante y purificante –sobre todo para las pieles grasas- antes del tónico y la crema de noche una vez a la semana o al menos cada 15 días. También podemos aplicarnos una exfoliante suave una vez al mes y luego aplicar la crema de noche.
Estos tratamientos un poco más especiales conviene que los hagamos por la noche porque siempre tendremos más tiempo y más tranquilidad para realizarlos bien.
Cada 6 meses
Antes de cada inicio de temporada –hacia abril y en octubre-, conviene hacer una limpieza de cutis en profundidad. Aconsejamos acudir a un buen salón de belleza, donde te harán el tratamiento que necesites, incluso si tienes el cutis sensible o con problemas.
Como muchas cosas en la vida, la importancia de mantener un cutis luminoso y joven está en la perseverancia: vale más realizar siempre la limpieza diaria mañana y noche que acudir a muy buenos tratamientos esporádicos para tratar de paliar un estropicio. Ah, y bebe de 1,5 a 2 litros de agua todos los días.
Con estos sencillos hábitos conseguirás mantener tu aspecto joven mucho más tiempo, sobre todo en momentos de estrés especiales o en el periodo de la menopausia.