PHILIP TREACY, EL SOMBRERERO MÁS ACLAMADO DEL MUNDO
ENTREVISTA, Junio 2014Philip Treacy
Treacy entre sombreros
Está considerado el artista del sombrero más genial del momento. Philip Treacy, nacido en 1966 en Ahascragh, un pequeño pueblo del norte de Irlanda, estudió diseño en Dublín y después se trasladó a Londres donde fue descubierto por Isabelle Blow, una estilista de moda que le puso en contacto con los diseñadores más importantes con los que ha colaborado asiduamente, como Karl Lagerfeld, Alexander McQueen, Valentino…
Tiene entre sus clientas a todos los miembros de la familia real británica y a reinas y princesas de la realeza europea como Máxima de Holanda, Matilde de Bélgica, junto a artistas y modelos como Jessica Parker, Kate Moss, etc.
En el año 2007 fue condecorado con la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la industria de la moda del país. Fue el diseñador de la tiara de Camila Parker para su boda con Carlos de Inglaterra, y más del 50% de los tocados de la boda de los Duques de Cambridge fueron obra suya. Junto a modelos más sobrios, sorprende con frecuencia con otros muy originales y arriesgados como el tocado en forma de lazo monumental que lució la Princesa Beatriz, en la boda de su primo el Príncipe Guillermo.
Philipe Treacy ha estado recientemente en España. Sus tocados se encuentran ya al alcance del público en Madrid y en Sevilla. Tuvimos la ocasión de conocerle de cerca y a pesar de su fama es un hombre sencillo, encantador y jovial que contestó a las preguntas de asmoda amablemente y en todo… menos en lo que se refería a cuestiones más directas relacionadas con la familia real británica.
-¿Cuando empezó su relación con la moda?
-Empecé a coser cuando tenía cinco años. Recuerdo mi relación con la profesora en la escuela. Los chicos trabajaban con la madera y las chicas cosían, y pensé: por qué no puedo yo hacer eso? Se lo pregunté a la profesora y dijo que sí. Era muy estricta y pensándolo bien podría sencillamente haberse negado. Empecé a hacer trajes y sombreros para las muñecas de mis hermanas. Mi madre tenía gallinas, gallos, faisanes y patos. Todos los ingredientes de un sombrero estaban en casa. Mi madre tenía también una máquina de coser, pero no estaba permitido que yo la tocara. Aunque estaba fascinado con esa pequeña aguja subiendo y bajando, uniendo tejidos, que la usaba cuando mi madre salía para alimentar a las gallinas. Tenía más o menos cinco minutos y si mi madre me encontraba iba a tener un grave problema. Solía hacer los trajes de las muñecas, que no me importaban nada, pero los hacía con mucha facilidad. Estaba haciendo vainica antes de que yo supiera qué es una vainica. Recuerdo estar en casa de un vecino que le dijo a mi padre: no crees que es un poco raro que este muchacho haga trajes de muñecas? Y mi padre contestó: ¡que haga lo que le haga feliz!
-¿Dónde realizó sus estudios de diseño?
-Me trasladé a Dublín para estudiar moda en el Colegio Nacional de Arte y Diseño, donde solía hacer sombreros como hobby para los vestidos que diseñaba en el curso. Casi nadie tenía tiempo para los sombreros, porque era una escuela de moda, pero llegó un momento en que estaba más interesado en hacer sombreros que en hacer ropa. Cuando tuvimos que decidir un trabajo de becario, yo elegí seis semanas con Stephen Jones, el diseñador de sombreros de Londres.
-¿Cuándo se decidió por los sombreros?
-Después de graduarme en la Colegio Nacional de Arte y Diseño, gané un puesto en la MA, curso de diseño de moda del Royal College of Art de Londres. Cuando me estaban entrevistando, no sabía si darle importancia a los sombreros o no, pero estaban pensando en crear un curso de sombreros, así que fui su conejillo de indias. Después de un día allí le pregunté a mi tutora, Sheilagh Brown: ¿Qué puedo hacer? ¿debería hacer sombreros o ropa? Y ella dijo: ¡Haz sombreros! Fue muy práctica y no una gran revelación.
-Cuáles han sido y son sus fuentes de inspiración?
-La inspiración viene de todas partes, principalmente de la naturaleza, pero también del arte, del cine, del teatro, de un viaje, cualquier cosa.
-La moda de los sombreros y tocados ¿es más intemporal que la moda en el vestir?
-La manufactura de sombreros ha estado ahí siempre, es parte de cada cultura. Yo no he inventado el sombrero, solamente lo convierto en glamuroso. Uno de los aspectos más excitantes de mi trabajo es que tengo la oportunidad de influir en cómo la gente vea los sombreros del siglo XXI y es un trabajo apasionante porque tengo una audiencia mundial abierta a ver los sombreros de una forma nueva.
-Usted ha tenido como clientas a mujeres muy importantes, ¿hay alguna que todavía no ha lucido sus modelos a quien le gustaría tener como clienta?
-La única persona a la que no le he hecho un sombrero es a mi madre, porque mi madre prefería hacerse sus propios sombreros. Quiero decir que a ella le interesaba todo, pero no quería mis sombreros, ¡ella quería los suyos!
-¿El Royal Ascot tiene mucha influencia en la moda de sombreros de todo el mundo?
-Sí, llevar sombrero es parte de la cultura y de la forma de vestir inglesa, y tenemos una audiencia internacional seducida por el glamour, que es y será siempre atractivo para hombres y mujeres. Así que el glamour es una especie de moneda de cambio con la que trabajar y no hay nada más glamuroso que un sombrero.
-¿Qué porcentaje puede aportar el sombrero a la elegancia de una mujer?
-La encargada de nuestra tienda me dice siempre que ella vende sueños. Ella le vende a la gente algo que realmente no necesitan, pero que deben tener. Nosotros necesitamos siempre cosas preciosas, que nos hagan sentir bien y nos den placer. Da igual que sea una flor, una sonrisa o un sombrero. Estas cosas son la sal de la vida y nos recuerdan la esencia de la belleza. Yo he tenido el gran placer de tener la oportunidad del reto que es la percepción para la gente de cómo debería ser un sombrero del siglo XXI.
-¿Considera usted entonces que el sombrero o el tocado es el complemento con más posibilidades de glamour?
-Un sombrero puede cambiar por completo la personalidad del que lo lleva. Te hace estar diferente y andar diferente. Un sombrero puede hacer que una persona se sienta interesante. La gente piensa algunas veces que los que llevan sombrero quieren presumir, pero los seres humanos desde el principio de los tiempos han querido embellecerse a sí mismos. Así que los sombreros han estado alrededor nuestro desde el año uno. Es una cuestión humana querer vestir las distintas partes del cuerpo.
-¿Cree que la figura de la mujer española encajaría bien con sus sombreros?
-Por supuesto. Las mujeres españolas son muy elegantes y glamurosas. Están muy guapas con sombrero.
-¿Le gustaría diseñar modelos para la Reina Sofía y la Princesa Letizia?
-Sí, me encantaría.
En España se pueden encontrar los tocados y sombreros de Philip Treacy en El Corte Inglés de Serrano, en Madrid, y en Sevilla en la calle Alfonso XII, 48. (www.reyeshellin.es)
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