PELO PERFECTO

Como buena investigadora de la belleza, he probado todos los cortes y colores de pelo. He de reconocer que el corte que mejor me queda es corto cortísimo, como Sharon Stone en esta foto (sabiendo humildemente que no me parezco mucho a ella). Además siempre he creído que el pelo cuanto más corto, más elegante… Mira Audrey Herpburn en “Vacaciones en Roma”, que pasa del largo infantil y ñoño al corto elegante. O en “Sabrina” con el mismo cambio.

Pero como a mi marido le gusta más la melena a lo Elle MacPherson pienso que ya tendré tiempo de cortármelo… Pasados los 40, el pelo no tiene el movimiento y grosor suficientes como para llevarlo así de largo, así que para entonces volveré a cortármelo. 

Pero es cierto que hay cortes que favorecen más según tu forma de cara: así las caras alargadas se recortan con un flequillo, o corto y rizado las redondas, o si se tienen mandíbulas anchas están mejor con el pelo largo y lacio tal y como hace Jennifer Aniston.

Ahora bien, no pienses que por llevar una fotografía a la peluquería te va a quedar igual: el peinado de Meg Ryan en “French Kiss” era ideal, fue el más imitado en los 90, pero tú y yo sabemos que ni tenemos esa carita, ni una peluquera que nos acompañe allá a donde vayamos las 24 horas al día (cosa que ella sí), así que si te das mucha maña ¡adelante!, pero si lo tuyo no es el secador y el cepillo… busca un corte más fácil.


¿Morena o rubia?

El tema del color es lo más complicado para algunas mujeres (y muchos estilistas), así que yo siempre recomiendo a mis clientas que prueben el cambio del color que se quieran hacer primero sobre una foto con PhotoShop, así irán a resultado seguro.

El moreno puede resultar muy agresivo: a mí, por ejemplo, es verdad que me resaltaba el azul de los ojos, pero también resaltaba las ojeras, las imperfecciones, las arrugas… Es decir, tienes que tener una piel dorada y joven (o ir siempre perfectamente maquillada) para que el pelo oscuro favorezca. Dentro de los claros, tienes miles de tonalidades: del rubio clarísimo al castaño miel, pasando por todos los tonos rojizos (¡violines no, por favor! Que ya estaba pasado de moda en los 80). Yo siempre recomiendo, si es posible, dar dos tonos diferentes, para tener un resultado más natural.

Y respecto al cuidado de nuestro pelo, es facilísimo si tienes constancia y te conoces bien. Mi amiga María Salas, de Cheska, me estuvo contando durante nuestra última entrevista todos los trucos según para qué tipo de cabellos:

• ¿Que lo tienes seco? Ya sea por tintes o porque sí, usa aceite de argán antes de secártelo, verás qué diferencia! Yo llevo mechas rubias, así que empecé a usarlo y queda liso, brillante y nutrido. Hasta el despistado de mi marido me lo ha notado! 

• ¿Eres de las que se lava el pelo a diario por graso? No se te ocurra utilizar champú para caballos, están descalificados por el Ministerio de Sanidad… si es que ¿a quién se le ocurre utilizar en personas productos de animales? La única gracia de este producto es que deja el pelo seco, arrasa con la grasa natural y eso además de irritar el cuero cabelludo, provoca también su caída. Mercadona ha sacado uno con las propiedades adecuadas para las personas… Yo te recomiendo que te laves el pelo con champú para pelo graso y que luego no uses mascarilla ni crema… pero si te empeñas en usarlo para desenredarlo después bien, acuérdate de aplicártelo de las puntas hacia las raíces sin llegar a éstas. Quédate a medio camino y luego enjuaga bien, muy bien. 

• Y trucos que nos valen a todas. Enjuágate con agua fría, deja la plancha para ocasiones especiales y, sobre todo, aliméntate de la forma más saludable posible: el pelo es pura proteína. Toma aceite de hígado de bacalao si lo tienes muy débil, vitaminas B5 y H, que puedes encontrar en complejos vitamínicos en farmacias. Cepíllate el pelo hasta 100 veces y verás cómo tu melena cobra brillo y no tiene nada que envidiar a las de los anuncios.